Nota grave en las relaciones diplomáticas

España acaba de endurecer su postura con respecto a Israel, imponiendo un embargo de armas a Tel Aviv, tras reconocer al Estado de Palestina y calificar el prolongado y sangriento conflicto en la Franja de Gaza como un crimen de genocidio. Los analistas consideran este hecho como "una nota grave" en las relaciones entre España e Israel, así como entre Europa y Oriente Medio.

Ciudadanos palestinos en una zona donde un edificio fue destruido tras un bombardeo israelí en la ciudad de Gaza el 6 de septiembre de 2025. (Foto: XINHUA)
Ciudadanos palestinos en una zona donde un edificio fue destruido tras un bombardeo israelí en la ciudad de Gaza el 6 de septiembre de 2025. (Foto: XINHUA)

Esta postura se adopta en medio de un brutal conflicto en la región mediterránea que aún no ha encontrado solución. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció nueve medidas para poner fin a lo que Madrid considera un "crimen de genocidio en Gaza". Entre ellas, se encuentran el embargo de armas a Israel y la prohibición de que buques militares israelíes con combustible entren en puertos españoles. Según el presidente, el objetivo es poner fin a la crisis humanitaria que sufre la población de la Franja de Gaza.

Sánchez enfatizó que se prohibirá la entrada a España a quienes participen directamente en crímenes de genocidio, violaciones de derechos humanos o crímenes de guerra en Gaza.

En respuesta, el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Saar, anunció que se adoptarán medidas similares contra altos funcionarios españoles, entre ellos la vicepresidenta Yolanda Díaz y la ministra de Juventud, Sira Rego.

España también ha anunciado que vetará las importaciones procedentes de asentamientos ilegales en territorios palestinos, en señal de protesta por el desplazamiento forzoso de palestinos, y que restringirá los servicios consulares a los ciudadanos españoles residentes en dichos asentamientos, que Madrid considera ilegales. Sánchez anunció nuevos proyectos de cooperación en agricultura, seguridad alimentaria y atención médica para la Autoridad Palestina, junto con ayudas humanitarias adicionales para los habitantes de la región.

Las duras medidas adoptadas por España encontraron una respuesta enérgica por parte de Israel. El ministro israelí, Saar, acusó al presidente del Gobierno español de intentar desviar la atención pública mediante una campaña antiisraelí y antisemita. La Cancillería española rechazó las acusaciones de Tel Aviv y afirmó que Madrid no cederá en la defensa de la paz, el derecho internacional y los derechos humanos. En señal de protesta por las restricciones impuestas por Israel a sus funcionarios, España convocó inmediatamente a su embajador en Tel Aviv.

El 8 de septiembre, el personal sanitario suizo protagonizó una huelga de hambre frente a la sede del Parlamento en Berna para exigir al Gobierno una postura más firme sobre el trato de Israel hacia la población civil de Gaza. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Nicolas Bideau, declaró que Suiza está profundamente preocupada por la situación humanitaria en Gaza y pidió a las partes en conflicto que realicen un alto el fuego y respeten el derecho humanitario internacional.

Mientras, más de mil 800 actores, artistas, productores y estrellas de Hollywood firmaron un compromiso para no colaborar con organizaciones cinematográficas israelíes que consideren cómplices de los abusos contra los palestinos.

En Hungría, a raíz de la convocatoria de la Embajada de la Autoridad Palestina en Budapest, cientos de personas participaron en una vigilia con velas en señal de duelo por los más de 20 mil niños fallecidos en el conflicto de Gaza. La luctuosa manifestación también fue un llamamiento a la justicia y la paz para los habitantes de la franja de Gaza.

Las medidas recíprocas y las crecientes tensiones han sumido las relaciones entre España e Israel en una profunda crisis diplomática. En un contexto en el que el conflicto con Hamás no termina, la tensión con Irán y los hutíes se intensifica y la complicada relación con España complica aún más la situación de Israel.

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