Hacer realidad el sueño de la autosuficiencia energética

La Semana Europea del Hidrógeno (European Hydrogen Week), en desarrollo en Bruselas, Bélgica, atrae el interés especial de líderes industriales, responsables políticos e investigadores de tecnologías limpias y en transición hacia una energía verde en Europa.

Un supermercado en Alemania instala un sistema de paneles solares. (Foto: Xinhua)
Un supermercado en Alemania instala un sistema de paneles solares. (Foto: Xinhua)

Puesto que la Unión Europea (UE) se esfuerza por reforzar su resiliencia y garantizar la seguridad energética, el evento representa una ocasión para debatir las oportunidades y los desafíos de la industria del hidrógeno, y reafirma el papel de este recurso como una solución clave para que Europa haga realidad el sueño de la autosuficiencia energética.

El fortalecimiento de la seguridad energética es un tema clave en la agenda de los Gobiernos europeos, especialmente en medio de la creciente inestabilidad geopolítica, el aumento de la demanda energética y los rápidos avances tecnológicos.

En un contexto en el que la autosuficiencia energética se posiciona como la máxima prioridad y la adopción de tecnologías limpias avanza con fuerza, el impulso a la industria del hidrógeno verde se convierte en un factor decisivo para alcanzar una sociedad sin emisiones. El hidrógeno es considerado un pilar estratégico de la transición energética, una clave para que la UE supere el actual periodo de desafíos, reafirme su independencia y avance con firmeza hacia una economía verde y sostenible.

Con su capacidad para almacenar y distribuir energía renovable, el hidrógeno no solo sienta las bases para una industria competitiva, sino también ayuda a reducir la dependencia de proveedores externos. Los participantes en la Semana coincidieron en que, para convertir este combustible limpio en el "pilar de la recuperación", Europa debe desarrollar pronto una estrategia integral con principios claros, transparentes y a largo plazo.

Muchos subrayaron la importancia de simplificar el marco legal para generar confianza en los inversores; desarrollar el mercado para crear demanda en industrias clave; construir de manera integrada la infraestructura de producción, transporte y consumo; fortalecer la soberanía energética mediante la producción, almacenamiento y refinación de combustibles dentro de la UE; y ampliar las asociaciones internacionales para diversificar las fuentes de suministro.

En eso coincidió la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, en su discurso sobre el Estado de la Unión 2025, al enfatizar la necesidad de depender más de fuentes de energía internas, producidas y utilizadas de manera eficiente en Europa.

En una estrategia a largo plazo para aumentar la capacidad de respuesta ante los "choques energéticos" y avanzar hacia un sistema energético estable, flexible y sostenible, el hidrógeno no solo es un recurso rentable, sino también una palanca importante en el proceso de descarbonización de la industria europea.

La UE considera esto un elemento indispensable en la hoja de ruta para alcanzar los objetivos climáticos hacia 2030 y la neutralidad de carbono para 2050. Los países miembros han creado mecanismos que permiten el uso de fondos nacionales para apoyar proyectos de producción de hidrógeno renovable en su territorio, lo cual crea múltiples oportunidades de cooperación y desarrollo de la energía verde a nivel local.

Varios ponentes respaldaron el informe del Tribunal de Cuentas Europeo, el cual recomienda que la UE finalice su nueva estrategia sobre el hidrógeno antes de finales de 2025 y la ponga en marcha, como muy tarde, a comienzos de 2026. Un retraso podría hacer que el bloque pierda oportunidades en la transición ecológica, ante el rápido aumento de la demanda mundial de combustibles y tecnologías limpias. Actuar con determinación desde ahora se considera una exigencia urgente para garantizar los intereses a largo plazo y la competitividad de la UE.

El mensaje común de la Semana Europea del Hidrógeno es que la resiliencia ya no es una opción, sino un imperativo estratégico para el continente. Según la presidenta de la CE, Europa está decidida a poner fin a la era de dependencia de los combustibles fósiles y avanzar hacia un sistema energético verde, sostenible y autónomo.

Impulsar la independencia energética, reducir la dependencia externa y desarrollar un sistema energético verde no solo tiene un significado estratégico, sino también constituye un pilar en los esfuerzos por garantizar la seguridad, la estabilidad y el desarrollo sostenible del bloque.

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