La UE busca proteger a los agricultores

La Unión Europea (UE) ha expuesto detalles sobre las medidas de protección de los agricultores del bloque con el objetivo de disipar las preocupaciones sobre el acuerdo comercial entre la UE y los cuatro países miembros del Mercado Común del Sur (Mercosur).

Esto también supone un gran reto para la UE ante las demandas de los agricultores, que piden la máxima protección del mercado y que se garantice la igualdad para las empresas en el Viejo Continente.

Tras más de 20 años de negociaciones, en diciembre de 2024 la UE y el Mercosur alcanzaron un acuerdo para establecer la mayor zona de libre comercio del mundo, con un mercado de más de 700 millones de consumidores.

En septiembre de 2025 la Comisión Europea (CE) ratificó el Tratado de Libre Comercio UE-Mercosur e instó a los Estados miembros a hacer lo mismo.

El acuerdo con los países sudamericanos (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) se considera una gran oportunidad para fortalecer la competitividad de la UE y abrir nuevos mercados para productos y servicios.

Tras más de 20 años de negociaciones, en diciembre de 2024 la UE y el Mercosur alcanzaron un acuerdo para establecer la mayor zona de libre comercio del mundo, con un mercado de más de 700 millones de consumidores.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmó que las compañías y la industria agroalimentaria de la UE se beneficiarán de la reducción de aranceles y costes. Según la CE, este acuerdo incrementará las exportaciones de la UE al Mercosur hasta en un 39 por ciento (unos 49 mil millones de euros por año). A cambio, países con una economía basada en la agricultura, como Brasil y sus vecinos, podrán vender carne, azúcar, miel y soja a Europa con mayor facilidad.

La eliminación gradual de los aranceles de importación sobre el 91 por ciento de los productos de la UE por parte de los países del Mercosur, permitirá a los exportadores europeos ahorrar más de cuatro mil millones de euros en impuestos al año en su comercio con Sudamérica. Sin embargo, el acuerdo se enfrenta a una fuerte oposición por parte de los grupos agrícolas europeos.

Los agricultores europeos acusan a sus competidores sudamericanos de incumplir las estrictas normas de la UE debido a la falta de mecanismos de control eficaces. Argumentan que pacto comercial entre la UE y los países sudamericanos aumentará las importaciones de azúcar, carne de vacuno y de ave, lo que provocará una bajada de los precios en el mercado europeo y reducirá la competitividad de los agricultores locales.

A fin de tranquilizarlos, la CE se ha comprometido a intervenir si las importaciones tienen un impacto negativo en ciertos sectores como los de la carne de vacuno y de ave, el azúcar y el etanol. También ha prometido iniciar una investigación de competencia si los precios de importación del Mercosur son un diez por ciento inferiores a los de un producto similar de la UE y el volumen de las importaciones libres de aranceles aumenta en más del diez por ciento.

La CE aplicará medidas en un plazo máximo de 21 días si un país de la UE solicita una investigación de competencia con motivos suficientes y cualquier investigación deberá completarse en un plazo de cuatro meses. Si el estudio determina que el sector agrícola de la UE ha sufrido daños graves, la UE podrá volver a imponer aranceles a estos productos.

La UE es uno de los principales socios comerciales del Mercosur, con un comercio de 87 mil millones de dólares en 2024. Se espera que el Tratado de Libre Comercio entre ambas partes marque un hito en la promoción de la cooperación económica y comercial entre ambas regiones, en medio de la creciente complejidad de la situación geopolítica mundial.

Sin embargo, este documento aborda una de las cuestiones más sensibles, relacionada con las normas sanitarias y medioambientales, y debe ser aprobado por al menos 15 de los 27 Estados miembros de la UE y por el Parlamento Europeo para su adopción oficial.

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