En un largo camino no exento de fluctuaciones y altibajos en la situación mundial, la ONU siempre ha perseverado en la superación de las dificultades y reafirmado su papel como un faro que siembra la luz de la esperanza para el mundo hacia un futuro de paz y cooperación.
Hace 80 años, tras la Segunda Guerra Mundial, la ONU nació con la noble misión de mantener la paz y la seguridad internacionales. El 26 de junio de 1945, los países firmaron la Carta de la ONU para crear esta organización multilateral.
Dicho documento entró oficialmente en vigor el 24 de octubre de 1945. Desde entonces, la organización se ha esforzado por mantener su papel de guardián de la paz, previniendo y eliminando las amenazas a la paz y la seguridad internacionales, y promoviendo la solución de controversias por medios pacíficos, la negociación y el diálogo.
De los 51 Estados miembros con los que contaba en el momento de su fundación, la ONU es ahora la casa común de 193 países. En sus 80 años de historia, la mayor organización multilateral del planeta se ha distinguido por su papel de mediadora en crisis internacionales, proponiendo iniciativas para resolver conflictos.
Esto se pone de manifiesto en la historia de la paz en la Franja de Gaza. En medio de los complejos conflictos y enfrentamientos entre las partes involucradas, y gracias a la mediación de la ONU, muchos países han reconocido al Estado de Palestina durante el 80º período de sesiones de la Asamblea General de la ONU.
Este es un avance positivo y alentador para los esfuerzos diplomáticos a favor de la paz.
La ONU lleva a cabo numerosas misiones importantes, como la provisión de ayuda alimentaria y el despliegue de tropas de paz en zonas de conflicto. Con sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, la organización promueve una serie de agendas para aumentar la esperanza de vida, erradicar el hambre, reducir la pobreza, proporcionar ayuda humanitaria y mejorar la educación y la salud.
El secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó que la ONU no es un simple lugar de encuentro, sino “una fuerza por la paz, un guardián del derecho internacional y un salvavidas para las personas en crisis”.
Con motivo del 80º aniversario de la fundación de la ONU, en Hanói, la capital de Vietnam, se celebró la ceremonia de firma de la Convención de la ONU contra la Ciberdelincuencia, lo que marca un hito histórico en el esfuerzo mancomunado mundial por proteger el ciberespacio.
Estos logros testimonian el papel insustituible de la organización multilateral en la consolidación del espíritu de solidaridad internacional y, al mismo tiempo, reflejan la perdurable vitalidad del multilateralismo.
En comparación con hace 80 años, el panorama mundial ha cambiado drásticamente. Conflictos prolongados, agudas tensiones geopolíticas, graves crisis humanitarias, desastres naturales causados por el cambio climático, ciberataques y epidemias son algunos de los desafíos difíciles de resolver.
El imperativo de expandirse para gestionar simultáneamente tantas crisis y movilizar los recursos indispensables para tomar las acciones necesarias ejerce una gran presión sobre la ONU.
Ante los vaivenes de los tiempos, Guterres propuso una iniciativa denominada UN80 para reformar la organización. Esta iniciativa se centra en tres áreas principales: aumentar la eficiencia operativa mediante medidas de ahorro, revisar la ejecución de las tareas y ajustar la estructura de todo el sistema de las Naciones Unidas. Los Estados miembros coinciden en que la ONU necesita una reforma para mejorar su función y eficacia en la nueva situación.
El camino para cumplir la misión de la ONU de proteger la paz y la seguridad sigue presentando dificultades. Sin embargo, sobre la base de los logros alcanzados en los últimos 80 años y la determinación de reformarla profundamente para satisfacer las exigencias contemporáneas, la organización sigue mereciendo la confianza de la humanidad como un faro que la guía hacia un orden internacional justo y basado en normas.