La sesión fue copresidida por Pham The Tung, viceministro Seguridad Pública, y Nguyen Minh Vu, viceministro permanente de Relaciones Exteriores, ambos vietnamitas.
Representantes de 62 países y organizaciones internacionales tomaron la palabra, destacando que la ciberdelincuencia se está expandiendo rápidamente y que ningún país podría, por sí solo, enfrentar esta amenaza global.
Hicieron un llamado a todos los Estados a firmar y ratificar la Convención, a fin de garantizar su efectividad y promover una cooperación mundial en favor de un espacio digital seguro, abierto y humano.
También compartieron sus puntos de vista sobre los esfuerzos realizados en todo el mundo para combatir la ciberdelincuencia, insistiendo en el papel central de la Convención de Hanói para afirmar la voluntad común y la confianza colectiva frente a ese desafío.
Según ellos, la adopción de la Convención de Hanói marca un hito importante en la elaboración de normas internacionales para el ciberespacio, abriendo el camino hacia un marco global de prevención, cooperación y lucha contra los delitos digitales, al tiempo que facilita la recopilación y el intercambio de pruebas electrónicas en casos transnacionales graves.
Compuesta por 68 artículos, la Convención tiene como objetivo fortalecer la cooperación internacional en la prevención y la represión de un tipo de criminalidad cuya rápida propagación y creciente impacto representan importantes desafíos para la comunidad mundial.
También ofrece a todos los países, independientemente de su nivel de desarrollo o capacidades tecnológicas, la posibilidad de cooperar en igualdad de condiciones para enfrentar formas de ciberdelincuencia cada vez más complejas y transfronterizas.
Un representante de Sudáfrica destacó que la cooperación internacional constituye el elemento central de la Convención, ya que ningún país puede enfrentar solo la ciberdelincuencia. Hizo un llamado a todos los Estados para que firmen y ratifiquen rápidamente el pacto, de manera que pueda producir plenamente sus efectos.
Por su parte, un representante de Cuba saludó la firma de la Convención como un paso importante, recordando que la cooperación internacional debe ir acompañada del respeto a la soberanía nacional y la no injerencia en los asuntos internos. Advirtió sobre los riesgos relacionados con el mal uso de las tecnologías, la inteligencia artificial y las actividades delictivas transfronterizas, que podrían amenazar la paz y la estabilidad mundial.
Reafirmó el compromiso de Cuba con el multilateralismo, así como pidió el levantamiento de las sanciones que obstaculizan las capacidades de defensa digital de su país y expresó el deseo de construir un ciberespacio seguro, estable, transparente y basado en la cooperación y el respeto mutuo entre las naciones.