El secretario general de la ONU, António Guterres, ha afirmado en repetidas ocasiones que la solución de dos Estados, con Israel y Palestina conviviendo en paz y seguridad, es la "única vía viable" para alcanzar una paz sostenible en Oriente Medio.
Gracias a los incansables esfuerzos de países y organizaciones internacionales, la solución de los dos Estados está resurgiendo con fuerza. El apoyo se ha extendido ya a unos 150 países de todo el mundo.
Recientemente, durante el 80º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente francés, Emmanuel Macron, anunció que París reconocía oficialmente el Estado de Palestina. Justo antes, el Reino Unido, Canadá, Australia y Portugal habían tomado decisiones similares, lo que supone un importante avance en los esfuerzos por promover la paz en Oriente Medio.
Aunque no fueron los primeros países en reconocer el Estado de Palestina, la decisión de Francia y el Reino Unido acaparó la atención de la comunidad internacional, ya que implicó un cambio de postura por parte de dos potencias que hasta entonces se habían mostrado reticentes a reconocer el Estado de Palestina.
Además, se espera que el reconocimiento del Estado de Palestina por parte de Reino Unido y Francia -países con posiciones de liderazgo en Europa y miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas- genere una reacción en cadena en el Viejo Continente y en el mundo en general, que impulse la creciente tendencia a apoyar la solución de dos Estados.
Esto es un paso importante para que Palestina fortalezca su posición jurídica y diplomática y presione a las partes implicadas para que se sienten en la mesa de negociaciones de paz.
Sin embargo, muchos analistas creen que el reconocimiento por parte de los países es una condición “necesaria”, pero no “suficiente”, para alcanzar el objetivo de establecer un Estado palestino independiente, poner fin a muchos años de conflicto y traer la paz a la Franja de Gaza.
Los feroces combates en el terreno y la continua expansión de los asentamientos judíos en Cisjordania hacen cada vez más frágiles los factores necesarios para el establecimiento de un Estado palestino independiente. Israel, implicado directamente en el conflicto, también se ha opuesto repetidamente al establecimiento de un Estado palestino independiente.
Además, a pesar de contar con el apoyo de cientos de países, la plena membresía de Palestina en las Naciones Unidas depende de la aprobación del Consejo de Seguridad.
Para convertirse en miembro de pleno derecho de la mayor organización multilateral del mundo, Palestina necesita el apoyo de al menos nueve de los 15 miembros del Consejo de Seguridad y ningún veto de los cinco miembros permanentes, incluido Estados Unidos.
En la práctica, este es un objetivo difícil de alcanzar. En 2011, Palestina solicitó oficialmente su ingreso, pero su deseo de convertirse en miembro de pleno derecho de las Naciones Unidas no se ha materializado.
Desde su estallido en octubre de 2023, el conflicto en la Franja de Gaza se ha cobrado la vida de más de 60 mil palestinos y obligado a cientos de miles a abandonar sus hogares. La infraestructura ha quedado gravemente destruida y más de dos millones de habitantes padecen de hambre.
A corto plazo, es poco probable que el reconocimiento del Estado de Palestina por parte del Reino Unido, Francia y otros países occidentales produzca cambios fundamentales. No obstante, se espera que tal decisión genere una importante presión diplomática y obligue a las partes implicadas en el conflicto a replantearse sus enfoques en el proceso de paz de Oriente Medio.