Escenario aterrador en Sudán

Un informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) revela el panorama aterrador que se vive en Sudán, sumido en una guerra civil desde hace años.

Refugiados en Darfur del Norte, Sudán. (Foto: Xinhua/VNA)
Refugiados en Darfur del Norte, Sudán. (Foto: Xinhua/VNA)

Un informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) revela el panorama aterrador que se vive en Sudán, sumido en una guerra civil desde hace años. El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, dio a conocer unas cifras escalofriantes: tan solo en el inhumano ataque contra el campamento de refugiados de Zamzam murieron más de mil civiles. De ellos, 319 personas inocentes fueron ejecutadas brutalmente en sus propias casas, en mercados, escuelas, centros de salud y mezquitas. Este es solo un pequeño fragmento del terrible panorama documentado por el ACNUDH desde que las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) paramilitares y sus facciones asaltaron El Fasher, una ciudad del centro de Sudán, en abril.

El abrumador informe de la ONU sobre las ejecuciones evidencia la extrema crueldad de los combatientes de las FAR, que atacan a cualquiera, sin importar su edad ni su género. Entre las víctimas hay siete ancianos asesinados de forma especialmente trágica en una mezquita y otras 16 personas muertas en una escuela.

Según un testigo, dos combatientes de RSF abrieron fuego contra la habitación donde él y otras diez personas se escondían, disparando a través de respiradero. El ataque mató a ocho de ellos. Además de los asesinatos, los asaltantes ejercieron violencia sexual de forma deliberada como método para sembrar el terror en la comunidad. El informe señala que al menos 104 víctimas, entre ellas 75 mujeres, 26 niñas y 3 niños, en su mayoría pertenecientes al grupo étnico zaghawa, fueron víctimas de violaciones colectivas y sometidas a esclavitud sexual.

Al momento del ataque, el campamento de Zamzam albergaba a unos 500 mil refugiados, en su mayoría desplazados por la guerra civil en Sudán. Tras la toma de la ciudad de El Fasher por parte de las RSF, refirió la ONU, más de 36 mil civiles sudaneses se vieron obligados a abandonar sus hogares en la región central del país.

Los facciosos no solo atacaron a civiles, sino que también arremetieron contra la oficina de representación de la ONU en la ciudad de Kadugli, capital del estado de Kordofán del Sur, donde causaron la muerte de seis empleados. Según testigos presenciales, un vehículo aéreo no tripulado impactó contra las instalaciones de la organización, donde se encontraban muchas personas.

La Fuerza Provisional de Seguridad de la ONU para Abyei (UNISFA) confirmó que seis cascos azules fueron asesinados y otros tantos sufrieron heridas. Todas las víctimas eran de nacionalidad bangladesí.

Ante la temeridad de los elementos armados, el Gobierno de Sudán emitió un enérgico comunicado en que acusó a las RSF de estar detrás del ataque. El Consejo Soberano, encabezado por el comandante en jefe del Ejército sudanés, Abdel Fattah al-Burhan, calificó el suceso como una escalada peligrosa e inhumana.

El primer ministro interino de Bangladesh, Muhammad Yunus, expresó su profundo pesar, mientras el Ministerio de Relaciones Exteriores del país emitió una dura condena. Por su parte, el presidente de la Comisión de la Unión Africana (CUA), Mahmoud Ali Youssouf, subrayó que se trata de una grave violación del derecho internacional humanitario y de una amenaza directa a los esfuerzos por promover la paz y la estabilidad en Sudán y de un menoscabo de la seguridad regional. El titular de la CUA instó a verificar rápidamente los hechos y a llevar a los responsables ante la justicia.. El titular de la CUA instó a verificar rápidamente los hechos y a llevar a los responsables ante la justicia.

Para rendir información precisa al informe, el personal de la ONU tuvo que realizar misiones de campo en condiciones extremadamente peligrosas en el este de la República de Chad, adonde huyeron 155 testigos -entre ellos 114 mujeres, 3 niñas y 6 niños- que escapar del campamento de refugiados de Zamzam tras el sangriento ataque.

Al escuchar de primera mano los informes del personal sobre el terreno, el alto comisionado Volker Türk, conmovido, pidió que se realizara de inmediato una investigación exhaustiva sobre el ataque de las RSF contra el campamento de Zamzam, a fin de que todas las violaciones del derecho internacional fueran castigadas conforme a la ley.

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