Hambruna se cierne sobre Yemen y Sudán del Sur

Las Naciones Unidas (ONU) han advertido que la hambruna acecha Yemen y Sudán del Sur, dos países asolados por años de inestabilidad. La grave inseguridad alimentaria se debe a los conflictos prolongados, la recesión económica, el impacto del cambio climático y la disminución de la ayuda internacional.

Yemen se enfrenta al hambre y la desnutrición debido principalmente a los conflictos, la crisis económica y los desastres climáticos, lo que deja a millones de personas en una situación de vulnerabilidad ante el riesgo de hambruna. (Foto: PMA)
Yemen se enfrenta al hambre y la desnutrición debido principalmente a los conflictos, la crisis económica y los desastres climáticos, lo que deja a millones de personas en una situación de vulnerabilidad ante el riesgo de hambruna. (Foto: PMA)

La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) han advertido que más de cinco millones de personas en Yemen del Sur corren el riesgo de sufrir inseguridad alimentaria grave. En una declaración conjunta, las tres entidades enfatizaron que, sin ayuda oportuna y sostenida, 420 mil personas más podrían verse afectadas por una grave inseguridad alimentaria de septiembre de 2025 a febrero de 2026. Esto elevaría el número total de personas afectadas a 5,38 millones, lo que representaría más del 50 por ciento de la población de Yemen del Sur.

La crisis humanitaria en Yemen es el resultado de una combinación de factores, como una prolongada recesión económica, una grave devaluación de la moneda local, un conflicto persistente y fenómenos meteorológicos cada vez más extremos. El riyal yemení está experimentando su peor depreciación histórica. En la ciudad portuaria de Adén y en las zonas controladas por el Gobierno en el sur, el tipo de cambio ha caído hasta los 2750 riyales por dólar estadounidense. Ante esta situación, la FAO, el PMA y UNICEF solicitan una respuesta humanitaria a gran escala para prevenir el hambre, proteger el acceso a los servicios esenciales y fomentar los medios de vida y el desarrollo económico de las comunidades afectadas.

Yemen se encuentra sumido en un conflicto desde finales de 2014, cuando las fuerzas hutíes tomaron el control de gran parte del norte y obligaron al gobierno internacionalmente reconocido a retirarse de Saná, la capital.

El conflicto se intensificó en 2015 tras la intervención militar de una coalición liderada por Arabia Saudí a fin de restaurar el gobierno legítimo. Según la ONU, la guerra, que ya dura más de diez años, ha sumido a Yemen en la peor tragedia humanitaria del mundo. A pesar de los numerosos esfuerzos de reconciliación, la firma de un acuerdo de paz integral sigue quedando lejos para el pueblo yemení.

Yemen se encuentra sumido en un conflicto desde finales de 2014, cuando las fuerzas hutíes tomaron el control de gran parte del norte y obligaron al gobierno internacionalmente reconocido a retirarse de Saná, la capital.

En Sudán del Sur, la FAO, el PMA y la UNICEF también han advertido de una grave crisis alimentaria con riesgo de hambruna en zonas afectadas por el conflicto, la inseguridad y el cambio climático. Según estas organizaciones, alrededor de 7,7 millones de personas, el 57 por ciento de la población de Sudán del Sur, sufrirán una grave inseguridad alimentaria de abril a julio de 2025. El último informe de la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (CIF) advirtió del riesgo de hambruna en los distritos de Nasir y Ulang, en el estado del Alto Nilo, tras el estallido de combates entre las Fuerzas de Defensa del Pueblo de Sudán del Sur y las milicias del Ejército Blanco, que obligaron a miles de personas a huir de sus hogares.

En el estado del Alto Nilo (Sudán del Sur), 11 de los 13 distritos padecen una hambruna aguda, y en ellos se encuentran 39 mil refugiados y repatriados que han huido del conflicto en el vecino Sudán, según el informe de la CIF. El ministro de Agricultura y Seguridad Alimentaria de Sudán del Sur, Hussein Abdelbagi Akol, pidió una respuesta multisectorial a gran escala para apoyar a las comunidades afectadas. Akol enfatizó que no se trata solo de un problema humanitario, sino también de una emergencia nacional, y que unas 83 mil personas viven en extrema pobreza y en condiciones de vida extremadamente precarias.

La ONU ha identificado la erradicación de los conflictos y la creación de oportunidades de subsistencia sostenibles como la solución fundamental para la seguridad alimentaria en muchos países, incluidos Yemen y Sudán del Sur. Sin embargo, mientras se espera una solución a largo plazo, la comunidad internacional debe eliminar rápidamente el cuello de botella de la ayuda humanitaria para ayudar a millones de personas en estos dos países a evitar el riesgo de padecer hambre a corto plazo.

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