Las cifras, publicadas recientemente por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS), muestran que en enero el Índice de Precios al Consumidor (IPC) cayó 10,1 por ciento - más de lo esperado - desde el 10,5 por ciento del mes anterior, alejándose del 11,1 por ciento de octubre de 2022 (récord en los últimos 41 años).
Antes, especialistas económicos que participaron en un sondeo realizado por Reuters habían pronosticado con cautela que el IPC podría bajar al 10,3 por ciento en enero de 2023.
Según la ONS, en enero el IPC básico (no incluidas energías, alimentos, alcohol, cerveza y tabacos) llegó al 5,8 por ciento, una disminución del 6,3 por ciento en comparación con el mes precedente. El precio de los servicios fue del seis por ciento, una baja intermensual del 6,8 por ciento.
El ministro británico de Finanzas, Jeremy Hunt, no pudo ocultar su alegría ante tal situación, pero dijo que la lucha contra la inflación se prolongará. Pidió a la ciudadanía y las empresas no ser negligentes, porque el "fantasma" de la inflación puede volver en cualquier momento.
Enfatizó que la inflación frena el crecimiento económico del país y afecta a las familias y empresas británicas. No obstante, el funcionario mostró su confianza en disminuir en 50 por ciento la inflación, reducir la deuda pública y recuperar el crecimiento económico este año. Después de publicar la ONS esos datos, el valor de la libra esterlina cayó de inmediato frente al dólar estadounidense. Los inversores predijeron que el Banco de Inglaterra continuará subiendo las tasas de interés el próximo mes, pero el ente lo negó alegando la tendencia a la baja de los precios al consumidor.
La tasa de desempleo en los tres últimos meses de 2022 (marcó un mínimo del 3,7 por ciento) demuestra la resistencia del mercado laboral del Reino Unido. La tasa de desempleo se mantiene cerca del mínimo histórico en un tiempo tan retador, lo que es un buen augurio para la recuperación del mercado laboral. De acuerdo con la ONS, el salario (sin incluir bonos) aumentó 6,7 por ciento en el cuarto trimestre de 2022, pero disminuyó 2,5 por ciento cuando se tiene en cuenta el factor inflación.
El director del Departamento de Estadísticas de ONS, Darren Morgan precisó que el crecimiento de los salarios se ha desacelerado debido a los altos precios. Ese problema ha provocado huelgas en el Reino Unido recientemente. Para mejorar la calidad de vida de los trabajadores es necesario bajar la inflación un 50%. Afirmó que ésta es la medida de "aumento salarial" más práctica para los empleados.
La economía británica escapó del riesgo de recesión (cero por ciento de crecimiento económico) en el último trimestre de 2022, después de caer a 0,2 por ciento en el trimestre anterior. Ello impidió que la posición de la quinta mayor economía del mundo no pareciera sacudida ante los ojos de los inversionistas internacionales.
Antes, el Banco de Inglaterra pronosticó que el Reino Unido caería en una recesión prolongada, pero no grave. También comentó que la recesión podría comenzar en el primer trimestre de 2023 y terminar a mediados del próximo año. Como promedio, el crecimiento del Producto Interno Bruto fue del cuatro por ciento, muy por debajo del 7,6 por ciento del 2021.
Pese a las señales positivas, la economía de Reino Unido tiene por delante muchos desafíos. Los economistas del Reino Unido todavía tienen mucho trabajo por hacer para recuperar el crecimiento económico, porque el país es el único miembro del Grupo de los Siete que no se ha recuperado por completo de la pandemia del Covid-19.