Comprometidos los países BRICS a cooperar en fomento de seguridad alimentaria

El Grupo de Trabajo sobre Agricultura de los países BRICS se reunió por primera vez hace poco para deliberar sobre la cooperación en materia de seguridad alimentaria. Hogar de la mitad de la población global y responsable de hasta el 30 por ciento de la pesca extractiva, el 70 de la producción acuícola y el 80 de la producción mundial de alimentos, el grupo BRICS juega un papel primordial a la hora de garantizar la seguridad alimentaria del planeta.

La alianza BRICS, que se ha ido expandiendo progresivamente, hace una importante contribución a la cooperación comercial, las inversiones, el desarrollo sostenible, la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza. También es pionera a la hora de impulsar la reforma de varias instituciones financieras globales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), con el fin de lograr una mayor representación de las economías emergentes.

El simposio se produjo en un contexto en que el precio de los alimentos afectan la estabilidad socioeconómica de los países, cuando los fenómenos climáticos extremos, la especulación financiera y los conflictos globales agravan la volatilidad de los costos de los productos agrícolas, impactando tanto a productores como a consumidores. En su intervención, el ministro de Desarrollo Agrario y Agricultura Familiar de Brasil y presidente del grupo BRICS en 2025, aseveró que el riesgo de la inseguridad alimentaria mundial es solucionable.

Instó a los países miembros a adoptar una actitud responsable, actuar de manera colectiva y coordinar esfuerzos para abordar los desafíos del siglo XXI, incluido el encarecimiento de los alimentos, que ha puesto a miles de millones de personas al borde de la inseguridad alimentaria.

En los últimos años, numerosos países, incluidos los BRICS, han demostrado que una formulación efectiva de políticas públicas puede revertir la inseguridad alimentaria. Como presidente de los BRICS, Brasil ha reafirmado su compromiso con la seguridad alimentaria y nutricional, la agricultura familiar y el desarrollo sostenible. La Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, establecida durante la presidencia brasileña del G20 en 2024 por iniciativa del mandatario anfitrión, Lula da Silva, tiene como objetivo intensificar la cooperación internacional y fomentar el intercambio de experiencias sobre la eficacia de las políticas públicas, incluidas las relativas al fomento de la agricultura mediana y pequeña, y garantizar que las poblaciones más vulnerables tengan acceso a alimentos sanos y diversos.

Los países BRICS desempeñan un papel clave en la producción agrícola mundial, pues representan el 42 por ciento de la producción mundial de alimentos, el 33 de las tierras agrícolas y el 39 de los recursos hídricos del planeta. Lideran la exportación mundial de carne, arroz, soja, trigo y maíz. En cuanto a Brasil, sus envíos de productos agrícolas al exterior en 2024 –el 41 por ciento de los cuales estuvo destinado a otros mercados de los BRICS– generaron ingresos por 165 mil millones de dólares.

Las reservas regionales de alimentos establecidas por este mecanismo se consideran una herramienta esencial para paliar la vulnerabilidad y estabilizar los precios de los alimentos. Además, con el fin de impulsar la cooperación agrícola y garantizar la seguridad alimentaria, los miembros del bloque han mantenido conversaciones sobre temas de actualidad como los sectores relacionados con el cambio climático, la degradación del suelo, la agricultura sostenible, el comercio, la desigualdad económica y la volatilidad de los precios.

La alianza está elaborando un plan de acción para el período 2025-2028, que incluirá iniciativas enfocadas en intensificar el sistema de alimentos de origen acuícola, modernizar las prácticas agrícolas utilizando las tecnologías de bajas emisiones, recuperar el suelo degradado y acelerar la producción de la bioenergía.

La Cumbre de los BRICS 2025, programada para julio bajo el lema “Fortalecer la cooperación del Sur Global para una gobernanza más inclusiva y sostenible”, apunta a robustecer la cooperación agrícola global, propulsar el sistema de alimentación regenerativa y ofrecer soluciones sostenibles que beneficien a millones de personas, sobre todo de los países en desarrollo.

Esto refleja el sólido compromiso de Brasil, como país anfitrión, y de los miembros del mecanismo con la labor de garantizar la sostenibilidad de la agricultura y la seguridad alimentaria a nivel mundial.