Oportunidad para la paz en Libia

La Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) anunció recientemente la creación del Comité Conjunto de Alto el Fuego, en coordinación con el Consejo Presidencial libio. Esta iniciativa busca bajar la tensión y promover la paz duradera en Trípoli, la capital del país, que ha sido escenario de repetidos episodios de violencia armada en los últimos tiempos.

Según el comunicado de la UNSMIL, el Comité, encabezado por el Jefe del Estado Mayor del Ejército libio, Mohammed Al-Haddad, tendrá como principales tareas coordinar medidas de seguridad, proteger a la población civil y facilitar un acuerdo de alto el fuego sostenible en Trípoli. La UNSMIL subrayó que las partes involucradas han mostrado su compromiso de evitar una mayor escalada del conflicto y su disposición a entablar un diálogo en beneficio del interés nacional.

La decisión ha sido calificada por la comunidad internacional como un avance significativo tras los intensos enfrentamientos en varios puntos de Trípoli entre las fuerzas leales al primer ministro del Gobierno de Unidad Nacional (GNU), Abdul-Hamed Dbeibah, y la Agencia de Apoyo a la Estabilidad (SSA), que depende del Consejo Presidencial.

La UNSMIL reiteró la profunda preocupación del Consejo de Seguridad de la ONU por las víctimas civiles derivadas de la violencia y pidió un cese al fuego inmediato, incondicional y duradero, así como la reanudación del diálogo para abordar la crisis de seguridad en Libia.

Durante la última semana se produjeron violentos enfrentamientos entre la Brigada 444 y la SSA (creada en 2021 con el objetivo de mantener la seguridad en la capital y combatir el crimen organizado).

La opinión pública sostiene que los enfrentamientos son consecuencia de la muerte de Abdul Ghani al-Kikli, jefe de la SSA, que presuntamente fue asesinado por fuerzas opositoras. Este acontecimiento desató represalias por parte de grupos armados aliados de dicha agencia, lo que generó un clima de hostilidad prolongado.

Diversas organizaciones internacionales y países de la región han expresado su seria preocupación por el aumento de la violencia en Trípoli.

El presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Mahmoud Ali Youssouf, destacó la importancia de desmilitarizar la capital libia y pidió a todas las partes evitar acciones susceptibles de agravar aún más la frágil situación de seguridad.

Asimismo, reafirmó el firme respaldo de la UA a la estabilidad en Libia e instó a los implicados a cumplir con la Carta de Reconciliación Nacional firmada en Etiopía el pasado mes de febrero.

Egipto reiteró su compromiso con la integridad territorial y la estabilidad política de Libia, e hizo un nuevo llamado a la pronta celebración de elecciones presidenciales y parlamentarias en el país norafricano.

Por su parte, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) advirtió sobre el riesgo de desplazamientos masivos como consecuencia de los combates y urgió a las partes a detener inmediatamente las acciones hostiles que ponen en peligro a la población civil, conforme al derecho internacional.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) expresó su preocupación por la intensificación de la violencia en Trípoli y sus alrededores, la cual amenaza la vida y la seguridad de cerca de 500 mil niños.

Según la agencia, miles de menores, familias y trabajadores sanitarios han quedado atrapados en hospitales debido a los enfrentamientos, y los servicios de ayuda humanitaria no han podido acceder a las zonas afectadas. UNICEF urgió a todas las partes a respetar sus obligaciones según el derecho humanitario internacional y la Convención sobre los Derechos del Niño.

Desde la caída del líder Muammar Gaddafi en 2011, Libia se ha visto envuelta en un conflicto interno que ha derivado en una división del poder.

Por un lado, el Gobierno de Unidad Nacional, reconocido por la ONU, toma el control del oeste de Libia con sede en Trípoli, y por otro, una administración paralela respaldada por el Ejército Nacional Libio liderado por el general Khalifa Haftar se establece en el este.

Pese a los múltiples llamamientos al desarme y la unificación de las fuerzas de seguridad, estos esfuerzos siguen encontrándose con obstáculos debido a los intereses contrapuestos de las distintas facciones que operan en Libia.