El director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, precisó que alrededor de las cuatro quintas partes de los hogares africanos siguen recurriendo a métodos tradicionales de cocción, como la quema de leña, carbón, estiércol o residuos agrícolas. Esta situación constituye una de las mayores injusticias de la época actual, especialmente para las mujeres y los niños en África, ya que estas formas de combustión manual emiten partículas finas que contaminan el aire, penetran en los pulmones y provocan múltiples problemas respiratorios y cardiovasculares.
El uso habitual de fogones de leña para cocinar también agrava la deforestación, que destruye los sumideros naturales de dióxido de carbono (CO₂) y desempeña un papel clave en la lucha contra el cambio climático. La AIE estima que cada año se registran unas 815.000 muertes prematuras en África a causa de la contaminación del aire en interiores, en su mayoría derivadas de métodos de cocción inseguros. Además, millones de mujeres y niños dedican varias horas al día a recolectar y quemar combustibles,lo que reduce el tiempo del que disponen para estudiar o realizar actividades que generen ingresos.
En la cumbre organizada por la AIE en París (Francia) en mayo de 2024, la comunidad internacional se comprometió a movilizar 2200 millones de dólares del sector público y privado para hacer frente a esta situación. Asimismo, doce países africanos alcanzaron un compromiso político conjunto. Desde entonces, se han asignado 470 millones de dólares y se han logrado varios avances, como la construcción de una planta de fabricación de cocinas limpias y respetuosas con el medio ambiente en Malaui y programas de suministro de cocinas de bajo coste en Uganda y Costa de Marfil.
Desde 2010, alrededor de mil 500 millones de personas en Asia y América Latina, especialmente en Brasil, la India e Indonesia, han podido acceder a cocinas y combustibles modernos. No obstante, el desafío sigue siendo considerable en el África subsahariana, donde el número de personas sin acceso a métodos de cocción limpios no deja de aumentar.
La AIE ha propuesto soluciones viables para generalizar el acceso a métodos de cocción limpios en África antes de 2040. Según Fatih Birol, bastaría con una inversión de unos dos mil millones de dólares al año (alrededor del 0,1 por ciento de la inversión energética mundial) para que todo el continente africano pudiera alcanzar ese objetivo en dicho plazo.
Entre las alternativas identificadas se encuentran la electricidad generada por energía solar o el gas licuado de petróleo (GLP). Aunque no es la opción ideal, el GLP se considera más adecuado que seguir deforestando para obtener leña. La AIE también recomienda que los países implementen políticas financieras que faciliten a los hogares el acceso a equipos de cocción limpios y fomenten la inversión del sector privado.
Si se aplicara plenamente, la iniciativa de transición energética podría evitar 4,7 millones de muertes prematuras en el África subsahariana de aquí a 2040 y reducir 540 millones de toneladas de emisiones de CO₂ al año, equivalentes a las emisiones de toda la industria aeronáutica mundial.
Resulta indispensable la participación conjunta de toda la comunidad internacional para impulsar la transición energética, así como otras medidas de apoyo al desarrollo dirigidas a regiones que aún enfrentan condiciones de pobreza y atraso. La pobreza y los conflictos en las zonas menos desarrolladas tienen múltiples consecuencias, como enfermedades, contaminación ambiental y flujos de migración y refugiados, que se extienden y se convierten en desafíos globales.