El PMA señala que el cambio climático es uno de los principales culpables de la crisis alimentaria en África y, en concreto, en Nigeria. La alteración del clima está ejerciendo una presión cada vez mayor sobre el sector agrícola de Nigeria, en un contexto de sequías prolongadas, fenómenos meteorológicos extremos y temporadas de lluvias más cortas que agotan los recursos hídricos.
Los sucesivos shocks climáticos han hecho que los esfuerzos de recuperación de Nigeria sean frágiles, ineficaces e insostenibles, según evaluó Chi Lael, portavoz del PMA. La creciente sequía en el norte del país, que abastece la mayor parte de los alimentos a sus 237 millones de habitantes, está afectando directamente al suministro y a los precios de los productos alimentarios.
El ministro de Agricultura de Nigeria, Aliyu Abdullahi, admitió que el sector agrícola está experimentando una grave disminución de la productividad debido al impacto del cambio climático. Más del 80 por ciento de los agricultores nigerianos son pequeños productores, pero generan hasta el 90 por ciento de la producción agrícola del país. La agricultura contribuyó con el 22 por ciento del PIB de Nigeria en el segundo trimestre de 2024, una reducción respecto al 25 por ciento registrado en el trimestre anterior. Mientras tanto, las importaciones de alimentos aumentaron 136 por ciento en solo un año, de 2023 a 2024, lo que indica una gran presión sobre la cadena de suministro de alimentos nacional.
Según datos de la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias de Nigeria, en 2024, el aumento de las temperaturas y los cambios en los patrones de precipitaciones afectaron a más de 1250 hectáreas de tierras de cultivo en el estado de Adamawa, lo que interrumpió el suministro de alimentos y puso en riesgo los medios de vida de las personas. Los expertos advierten que, con una población que se espera que alcance los 400 millones de personas en 2050, la necesidad de garantizar la seguridad alimentaria en este país africano será cada vez más acuciante.
Mozambique, que tiene una situación similar a la de Nigeria, también está sufriendo una grave crisis de inseguridad alimentaria. El informe mundial sobre las crisis alimentarias 2025, publicado recientemente por la Red Global contra la Crisis Alimentaria (una alianza internacional que incluye a las Naciones Unidas y agencias gubernamentales y organizaciones no gubernamentales), anunció que casi 4,9 millones de mozambiqueños enfrentan un grave riesgo de inseguridad alimentaria desde octubre de 2024. El informe también señaló que el 24 por ciento de la población en 105 de los 156 distritos de esta nación sufre escasez alimentaria severa, de los cuales 900 mil personas se encuentran en situación de emergencia.
La crisis alimentaria en Mozambique tiene tres causas principales. En primer lugar, la sequía causada por el fenómeno de El Niño ha provocado escasez de lluvias y altas temperaturas durante la temporada agrícola 2023-2024.
En segundo lugar, los desastres naturales, como huracanes y tornados, han empeorado la situación. Los tifones Filipo, en marzo de 2024, y Chido, en diciembre de 2024, devastaron 58 mil hectáreas de tierras agrícolas.
Tercero, el aumento de los precios de los alimentos ha agravado la crisis. En octubre de 2024, el precio del maíz aumentó más del 33 por ciento respecto a la media de los últimos cinco años en el sur, y más del 60 por ciento en el centro del país. En los últimos nueve informes de la Red Global contra la Crisis Alimentaria, Mozambique ha aparecido de manera constante como un país que sufre grandes crisis alimentarias.
A fin de abordar la inseguridad alimentaria en África, la Cumbre de Financiación Sostenible para Sistemas Agroalimentarios 2025, con el tema “Replantear la financiación sostenible para los sistemas alimentarios de África”, en desarrollo en la capital de Kenia, Nairobi, ha pedido a los gobiernos de los países africanos aumentar la inversión pública en la agricultura para fortalecer la seguridad alimentaria y crear condiciones favorables para el crecimiento sostenible.
Moses Vilakati, comisario de Agricultura, Desarrollo Rural, Economía Verde y Medio Ambiente Sostenible de la Unión Africana, expresó su satisfacción porque el continente se ha comprometido a movilizar 100 mil millones de dólares para 2035 destinados a transformar su sistema alimentario. A través del aumento del presupuesto para el sector agrícola del 3 al 10 por ciento del PIB, África confía en elevar su productividad en un 45 por ciento, eliminar las pérdidas poscosecha y triplicar el comercio agrícola intraafricano para 2035.