Al anunciar la suspensión, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también advirtió de que Bruselas tomaría medidas drásticas si los Veintisiete no llegaban a un acuerdo con el país norteamericano.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, destacó que Europa tiene la fuerza económica y financiera para hacer valer sus propias razones y obtener un acuerdo equitativo y sensato, y mostró su respaldo a la decisión colectiva de aplazar las sanciones a la espera de alcanzar una posición común con Washington.
El 14 de este mes fue convocado en Bruselas un consejo extraordinario de la UE, donde evaluaron de “absolutamente inaceptable” el 30 por ciento anunciado por Estados Unidos. Pese a ello, los ministros de Comercio del bloque dieron luz verde al diálogo, con miras a reducir los aranceles y restablecer el comercio bilateral.
Con espíritu constructivo y de buena voluntad, el Consejo acordó prorrogar la suspensión del primer paquete de medidas de represalia de la UE, que incluye aranceles adicionales sobre las importaciones estadounidenses por valor de 21 mil millones de euros, hasta principios de agosto, con el fin de facilitar los esfuerzos diplomáticos.
Si bien las tarifas específicas de Estados Unidos para los productos de la UE no se definirán hasta el 1 de agosto, ya están en vigor algunos aranceles adicionales, entre ellos un arancel general del 10 por ciento, uno del 50 por ciento sobre el acero y el aluminio, y otro del 25 por ciento sobre los automóviles. Según la CE, estas medidas afectan aproximadamente al 70 por ciento del valor de exportación de la UE a Estados Unidos.
Por otro lado, el vicecanciller y ministro de Finanzas alemán, Lars Klingbeil, conocido por su postura inflexible, señaló que son necesarias negociaciones serias para lograr una solución, pero que la UE debe preparar contramedidas para proteger al continente en caso de que fracasen esos intentos.
Respecto al tornado arancelario que amenaza con azotar Europa, los expertos han analizado que el impacto sería diferente para cada país en función de sus relaciones con Estados Unidos. Se supone que Irlanda y Alemania serán los más afectados, ya que el primero cuenta con una potente industria farmacéutica y el segundo exporta principalmente automóviles, acero y maquinaria al mercado estadounidense.
Cabe señalar que Irlanda tiene actualmente el mayor superávit comercial con Estados Unidos (86,7 mil millones de dólares) en comparación con los demás miembros de la Unión. Esto se debe en gran parte a que importantes compañías farmacéuticas estadounidenses, como Pfizer, Eli Lilly y Johnson & Johnson, tienen su sede en Dublín para beneficiarse del impuesto de sociedades del 15 por ciento de Irlanda, inferior al 21 por ciento de Estados Unidos. Estas empresas registran patentes en Irlanda y comercializan sus productos en Estados Unidos.
Según datos de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), los productos farmacéuticos representan el 22,5 por ciento de las exportaciones de la UE a Estados Unidos. Irlanda también alberga a numerosos gigantes tecnológicos estadounidenses, como Apple, Google y Meta, gracias a sus atractivas políticas fiscales.
Alemania, por su parte, depende en gran medida del mercado estadounidense. La economía más grande de la Unión Europea tiene 84,8 mil millones de dólares de superávit con este socio, principalmente gracias a sus industrias automotriz, química, siderúrgica y de maquinaria pesada. Sirva como ejemplo el hecho de que el mercado estadounidense supone el 23 por ciento de los ingresos del fabricante alemán de automóviles Mercedes-Benz.
La lista de víctimas de la nueva política comercial de Washington se alarga con Francia e Italia, que, conforme a estadísticas estadounidenses, marcan 44 mil millones y 16,4 mil millones de dólares de saldo, respectivamente, en la balanza comercial con el país norteamericano.
Los expertos opinan que un arancel del 30 por ciento sería desastroso para la industria francesa del vino y las bebidas espirituosas, por no hablar de la aviación y los bienes de lujo. La industria aeroespacial representa aproximadamente el 20 por ciento de las exportaciones francesas a este mercado, en su mayoría a través del grupo Airbus.
La última misiva arancelaria de Estados Unidos ha conmocionado a sus socios comerciales tradicionales, entre ellos la UE. Aunque ha criticado esta medida, la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, ha reafirmado el interés del bloque europeo en seguir cooperando para alcanzar un acuerdo comercial bilateral beneficioso para ambas partes.