En una entrevista con la Agencia de Noticias de Omán (ONA), el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, describió a Omán como un "pacificador". No es casualidad que el máximo responsable de la ONU colmara de tantos elogios a este pequeño Estado del Golfo. Gracias a una política exterior basada en la armonía y la neutralidad, Omán ha desempeñado un papel clave como mediador a lo largo de los años, contribuyendo a aliviar las tensiones en Oriente Medio y en todo el mundo.
En una entrevista con la Agencia de Noticias de Omán (ONA), el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, describió a Omán como un “constructor de paz”. No por casualidad el máximo representante de la ONU dedica tales elogios a este pequeño país del Golfo. A lo largo de los años, gracias a una política exterior basada en la armonía y la neutralidad, Omán ha desempeñado un papel clave como mediador, contribuyendo significativamente a aliviar tensiones en Oriente Medio y en el mundo.
Este papel se ha vuelto cada vez más evidente, y Omán se menciona a menudo en el contexto del progreso hacia la paz. Recientemente, la mediación omaní ayudó a Estados Unidos y a los rebeldes hutíes en Yemen a alcanzar un acuerdo de alto el fuego para garantizar la libre navegación en el Mar Rojo tras meses de intensos enfrentamientos. Este avance fue bien recibido por la comunidad internacional, ya que la reciente agitación en la región no solo ha amenazado la seguridad de Oriente Medio, sino que también ha perturbado el comercio y el transporte marítimo globales.
El secretario general del Consejo de Cooperación del Golfo, Jasem Mohamed AlBudaiwi, afirmó que este resultado demuestra la importante función de Omán en la preservación de la seguridad y la estabilidad regionales.
Otro acontecimiento que ha atraído la atención internacional es la celebración de tres rondas de negociaciones nucleares indirectas entre Estados Unidos e Irán, mediadas por Omán.
Estas conversaciones han dado resultados positivos y representan un importante paso adelante, marcando el más alto nivel de comunicación entre Teherán y Washington desde el colapso del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA) y el posterior deterioro de las relaciones bilaterales.
Al explicar la razón por la cual eligió a Omán como puente hacia Estados Unidos, el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, dijo que Teherán confiaba en la buena voluntad y la experiencia de Mascate.
No es la primera vez que Omán interviene para suavizar las tensas relaciones entre Irán y los países occidentales. En 2013, acogió negociaciones secretas directas entre Estados Unidos e Irán que sentaron las bases para posteriores conversaciones multilaterales, culminando con la firma del JCPOA en 2015 entre Teherán y el grupo P5+1 (Estados Unidos, Reino Unido, Rusia, China, Francia y Alemania).
Otros logros destacados incluyen las negociaciones indirectas entre Estados Unidos e Irán, organizadas por Omán para liberar a cinco ciudadanos estadounidenses retenidos por la nación persa, a cambio del desbloqueo de seis mil millones de dólares retenidos en Corea del Sur. Además, junto con China e Iraq, Omán facilitó con éxito el proceso de normalización de relaciones entre Arabia Saudita e Irán.
La confianza internacional reiterada en Omán como mediador en conflictos complejos ha fortalecido su posición no solo en Oriente Medio, sino también en la escena internacional. Sus esfuerzos continuos refuerzan su posición como coordinador regional y socio clave con un papel constructivo en la resolución de desafíos globales.
Los analistas coinciden en que Omán ha consolidado el papel de “mensajero de la paz”, basándose en una política exterior equilibrada, el respeto mutuo, la no injerencia, los beneficios compartidos y la capacidad de mantener la confianza entre las partes. Su firme neutralidad le ha permitido mantenerse al margen del torbellino de los conflictos regionales. El ministro de Relaciones Exteriores omaní, Sayyid Badr Albusaidi, subrayó que su país seguirá trabajando para fortalecer su papel de mediador y minimizar al máximo los riesgos de conflictos en la región.
En 2025 el mundo conmemora los 80 años del fin de la Segunda Guerra Mundial, una tragedia devastadora que causó un sufrimiento indescriptible a la humanidad. Hoy, más que nunca, el mundo necesita "mensajeros de paz" como Omán, que construyan puentes, sanen divisiones y protejan la paz conquistada a tan alto precio.