El pacto se ha alcanzado justo antes de la fecha límite del 1 de agosto, lo que permite a la UE evitar un arancel general del 30 por ciento impuesto por EE. UU.
Tras reunirse con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció en una rueda de prensa celebrada en Escocia que se había alcanzado un acuerdo beneficioso para ambas partes. Este incluye un arancel básico del 15 por ciento para las exportaciones de la UE a EE. UU., entre las que se encuentran las del sector automotriz, actualmente gravadas con un 25por ciento.
Trump también afirmó que la UE comprará energía estadounidense por valor de 750 mil millones de dólares e invertirá 600 mil millones de dólares adicionales en EE.UU. Por su parte, Von der Leyen, que lideró las negociaciones en nombre del bloque, destacó que el acuerdo aporta estabilidad a una relación comercial anual de 1,9 billones de dólares. Esto es importante para las empresas de ambos lados del Atlántico.
Al responder a las preguntas de la prensa, Von der Leyen aseguró que la compra de energía a EE. UU. diversificará las fuentes de suministro de la UE y reforzará la seguridad energética del continente. En este sentido, las transacciones energéticas se valoran en unos 750 mil millones de dólares a lo largo de tres años.
Las partes también acordaron eliminar aranceles bilaterales sobre productos clave como aviones, ciertos productos químicos, semiconductores, bienes agrícolas y materias primas estratégicas. Von der Leyen expresó su esperanza de lograr acuerdos similares en los próximos días, especialmente en lo referente a las bebidas alcohólicas.
El acuerdo ha generado opiniones encontradas entre los políticos y empresarios de los países miembros de la UE. El canciller alemán, Friedrich Merz, alabó el acuerdo por evitar una escalada innecesaria en las relaciones comerciales transatlánticas, aunque algunos sectores industriales alemanes lo han calificado de "compromiso doloroso" con consecuencias.
Por su parte, Bernd Lange, presidente de la Comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo, criticó el acuerdo por considerarlo desequilibrado. Señaló que el arancel del 15 por cient cuadruplica la media actual, mientras que la UE ofrece libre acceso a los productos estadounidenses. También cuestionó las inversiones y compras militares a EE. UU., que considera contrarias a los intereses económicos europeos.
Desde la perspectiva económica, Jarrod Kerr, economista jefe de Kiwibank en Nueva Zelanda, se mostró sorprendido por el nivel arancelario más bajo de lo esperado y lo consideró una señal positiva para las relaciones comerciales transatlánticas. Por su parte, Tony Sycamore, de IG, opinó que el acuerdo reduce significativamente el riesgo de una guerra comercial prolongada.
Asimismo, Michael Brown, estratega de Pepperstone (Reino Unido), consideró que el arancel del 15 por ciento es alto, pero representa solo la mitad del 30 por ciento con que había amenazado EE. UU.
La noticia del acuerdo comercial entre EE. UU. y la UE hizo que los mercados bursátiles de futuros de Europa y EE. UU. se dispararan el 28 de julio. En Europa, los futuros del índice EUROSTOXX 50 y del DAX registraron un fuerte aumento, con subidas superiores al 0,9 por ciento en ambos casos, mientras que los futuros del FTSE avanzaron un 0,56 por ciento. En Estados Unidos, los futuros del Nasdaq subieron un 0,52 por ciento y los del S&P 500 aumentaron un 0,4 por ciento.
Según Reuters, a una hora del anuncio el euro subió un 0,2 por ciento frente al dólar, la libra esterlina y el yen.
Los expertos consideran que el acuerdo ha evitado una guerra arancelaria a gran escala, sobre todo teniendo en cuenta que la UE ya había aprobado represalias por valor de 93 mil millones de euros a partir del 7 de agosto si no se lograba un acuerdo con Washington.
El pacto se considera una medida para reducir tensiones y evitar que EE. UU. imponga aranceles del 30 por ciento de forma unilateral a partir de principios de agosto. También supone un paso para restablecer la confianza entre ambas partes y proteger las cadenas de suministro transatlánticas.