Oriente Medio, preocupante caldo de cultivo para inseguridad

La situación en Oriente Medio se ha tensado tras los enfrentamientos aéreos entre el ejército estadounidense y los rebeldes hutíes en Yemen. Los hutíes amenazan con responder con dureza y consideran los bombardeos estadounidenses como un respaldo a Israel que llevará las tensiones a "un nivel más serio y doloroso". Mientras tanto, Estados Unidos ha acusado a Irán de estar detrás de las acciones de los hutíes yemeníes.
Buque petrolero atacado por fuerzas hutíes en el Mar Rojo. (Foto: IRNA/VNA)
Buque petrolero atacado por fuerzas hutíes en el Mar Rojo. (Foto: IRNA/VNA)

El Mar Rojo, el Mar Arábigo, el Golfo de Adén y el Estrecho de Bab al-Mandab se han vuelto zonas de preocupación por su baja seguridad. Desde hace más de un año, estas zonas han sido escenario de frecuentes ataques aéreos perpetrados por los hutíes contra buques internacionales que transitan por esta importante ruta marítima.

Las tensiones han escalado tras la advertencia de los hutíes de que mantendrán el bloqueo marítimo contra las embarcaciones israelíes hasta que este país permita el paso de ayuda humanitaria a Gaza.

En respuesta a los ataques hutíes, Washington lanzó una serie de bombardeos contra posiciones de este grupo chií en Saná, la capital yemení. Se trata de la primera acción militar estadounidense contra esta milicia apoyada por Irán desde que el presidente Donald Trump asumió su segundo mandato.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, dijo que su país llevaría a cabo ataques implacables contra los hutíes yemeníes hasta que la milicia cesara sus acciones militares contra activos estadounidenses y el transporte marítimo global. Según la Casa Blanca, los bombarderos eliminaron a varios líderes hutíes en Yemen y reiteró al régimen de Irán que ponga fin a su apoyo al grupo.

Los rebeldes hutíes llevaron a cabo una operación dirigida específicamente contra el portaaviones estadounidense USS Harry Truman en el mar Rojo, que resultó clave en los ataques aéreos estadounidenses contra Yemen. El portavoz militar hutí declaró que esta acción era una respuesta a los más de 47 ataques aéreos ordenados por el ejército estadounidense contra la capital yemení, Saná, y otras siete provincias del país.

En respuesta a la ofensiva estadounidense, el movimiento rebelde atacó con 18 misiles balísticos y de crucero, junto con un avión no tripulado, al portaaviones estadounidense USS Harry S. Truman y a los buques que lo escoltaban en el norte del mar Rojo. Por su parte, un funcionario estadounidense aseguró que los cazas de su país derribaron 11 aviones no tripulados del grupo rebelde.

Por su parte, la Guardia Revolucionaria de Irán (CGRI) advirtió que cualquier ataque contra su país se enfrentará a una respuesta contundente. Esta declaración se produjo después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenara bombardeos contra los hutíes de Yemen y exigiera a Teherán que dejara de apoyarlos.

El comandante en jefe del CGRI, el general Hosein Salamí, condenó la amenaza del presidente estadounidense y aseguró que Irán no iniciará una guerra, pero reaccionará de manera apropiada y decisiva a cualquier amenaza. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Esmaeil Baqaei, criticó enérgicamente los bombardeos estadounidenses y destacó que Washington no tiene autoridad para influir en la política exterior de su país.

Frente a las acciones de represalia de las partes en conflicto, la comunidad internacional hizo un llamamiento para reducir las tensiones y enfatizó que el diálogo es la vía más eficaz para resolver las crisis en una región tan sensible e importante como Oriente Medio. Las Naciones Unidas emitieron un comunicado en el que pedían a las partes la máxima moderación y el cese de todas las actividades militares tras los sangrientos ataques.