Punto de inflexión en Siria en camino hacia la integración

La situación en Siria registra síntomas positivos, entre los que destaca el anuncio de Estados Unidos de la revocación de las sanciones impuestas a este país de Oriente Medio. Esta decisión supone un punto de inflexión clave que permitirá a Siria reincorporarse a la comunidad internacional, reconstruir el país tras 14 años de guerra civil y reconfigurar el escenario político en la región.

El Gobierno de Siria y el grupo DP World de los Emiratos Árabes Unidos firmaron recientemente un memorando de entendimiento por un valor de 800 millones de dólares para desarrollar el puerto de Tartus.

Por su parte, la Unión Europea (UE) propuso medidas destinadas a flexibilizar aún más las sanciones contra Siria, lo que permitiría financiar su reconstrucción y atender a los migrantes.

Se trata de una noticia alentadora para Siria, que ha hecho todo lo posible para atraer inversión extranjera y recuperar su economía, devastada por años de enfrentamientos y conflictos.

Las perspectivas de reinserción internacional de Siria se han ampliado tras el levantamiento de las sanciones por parte de Estados Unidos, una medida que las autoridades sirias califican como un punto de inflexión decisivo para Damasco.

El levantamiento de las sanciones facilitará la reincorporación de Siria al sistema financiero global, permitirá a las organizaciones humanitarias ampliar sus actividades y atraerá nuevos flujos de inversión para la reconstrucción del país.

A mediados de mayo de 2025, durante una visita oficial a Arabia Saudita, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunió con el presidente interino de Siria, Ahmed al-Sharaa, siendo este el primer encuentro entre los líderes de ambos países en los últimos 25 años. Esta reunión se considera un gran avance para el nuevo gobierno sirio, que busca respaldo y reconocimiento internacional.

Según los expertos, este encuentro refleja un ajuste en la estrategia de Washington en Oriente Medio e indica un apoyo cauteloso de Estados Unidos al proceso de reformas en Siria.

En efecto, suavizar las sanciones por parte de Estados Unidos, la UE y el Reino Unido es resultado de los cambios positivos ocurridos en Siria en los últimos tiempos.

El Gobierno interino ha adoptado importantes medidas relacionadas con el diálogo nacional, la reconstrucción del país y la cooperación internacional. Recientemente, las autoridades anunciaron la integración de varios grupos armados en el Ministerio de Defensa, y destacaron que esta medida es fruto de varios meses de coordinación para unificar las facciones militares del país.

Cinco meses después de la caída del gobierno del expresidente Bashar al-Assad, la Televisión Estatal Siria reanudó oficialmente sus transmisiones. El Gobierno expresó su esperanza de que este canal se convierta en un puente entre el Estado y la ciudadanía, y contribuya a restablecer la confianza del pueblo sirio.

A pesar de los importantes avances en la reconstrucción del país, el nuevo gobierno aún se enfrenta a numerosos desafíos, entre ellos una economía profundamente deteriorada.

Según el Banco Mundial (BM), la economía siria se contrajo a menos de la mitad entre 2010 y 2020. Para 2022, el 69 % de la población vivía en situación de pobreza.

Otro desafío relevante es la fragmentación entre los grupos religiosos y étnicos, así como las diferencias de intereses que obstaculizan la creación de una base política estable.

La reciente ola de violencia en el sur de Siria ha puesto de manifiesto la fragilidad del proceso de transición política. Los enfrentamientos estallaron en la localidad de Jaramana, en las afueras de Damasco, y se extendieron a la zona de Ashrafiyat Sahnaya, vecina, y a la provincia de Sweida, donde reside una importante comunidad drusa.

La flexibilización de las sanciones ofrece a Siria una gran oportunidad para reconstruir el país. Sin embargo, para una nación que durante años estuvo fragmentada, hallar una solución política que concilie los intereses de todas las partes y reactive una economía en grave crisis sigue siendo una tarea extremadamente difícil.

El gobierno interino de Siria aún tiene mucho por hacer para impulsar reformas políticas y garantizar la seguridad, a fin de fortalecer la confianza en su gestión, elemento clave para atraer inversión extranjera.