A pesar de estar encarcelado y vivir muchos años en el extranjero, Lenin se esforzó sin descanso por defender el marxismo en el contexto de muchos cambios en el mundo, por investigar la práctica sobre la base del marxismo y desarrollarlo, al tiempo que trabajó por aplicar estas creaciones teóricas en la situación específica de Rusia, lo que sentó las bases al nacimiento del marxismo-leninismo.
El resultado de ese proceso fue la victoria de la Revolución de Octubre y el nacimiento del primer Estado socialista en el mundo. Desde ese momento, Lenin continuó liderando el Partido, el Estado y el pueblo a construir el socialismo en Rusia y la antigua Unión Soviética, por el cual alcanzaron numerosos logros que cambiaron la humanidad, convirtiéndose en un ejemplo para la clase obrera y trabajadora, así como para las naciones oprimidas a seguir y luchar por el derecho a la vida.
Desde las evaluaciones sobre el proceso de la sucesión y el desarrollo teórico del marxismo y la significación práctica en sus actividades, se afirma que Lenin adquirió preparaciones política, ideológica y de un contingente de personas para construir un partido político de la clase obrera según los ideales del marxismo y difundirlos con amplitud a toda la clase trabajadora. Además, logró mejorar su propia conciencia sobre la misión de la clase obrera y la inevitabilidad del proceso de transición del capitalismo al comunismo.
A partir de las mencionadas actividades, el líder del proletariado mundial se dio cuenta de que cuando acumulasen suficientes condiciones, la revolución proletaria podría estallar en el eslabón más débil del sistema imperialista. Sobre la base de la alianza obrero-campesina, el partido político de la clase obrera podría liderar la revolución destinada a tomar el poder de la burguesía para construir una nueva sociedad.
El descubrimiento de Lenin tuvo una significación muy importante en la teoría y la práctica, lo que se reflejó a través de la victoria de la Revolución de Octubre, y los esfuerzos que el partido de la clase obrera, el Estado Soviético y todo el pueblo hicieron por unirse para construir el país y defender los logros de la revolución y el régimen, superando los enemigos internos y externos.
Con una visión estratégica, Lenin fue consciente de que la clase obrera debía garantizar dos factores principales para liderar el Estado de “nuevo estilo”, y que no existían precedentes en la historia. Uno de ellos fue que el partido proletario gobernante debía estar a la vanguardia del desarrollo, así como que sus miembros dedicarían toda su vida a la revolución y se esforzarían por los intereses comunes de la revolución y los trabajadores. El otro fue que el Estado, desde el nivel central al local, debía garantizar la transparencia, construir una democracia mejor que las anteriores en el mundo e iniciar la creación de puestos de trabajo para decenas de millones de trabajadores y campesinos para materializar el socialismo en la práctica.
Bajo el liderazgo de Lenin, el Partido Comunista de Rusia (bolchevique), que posteriormente se convirtió en el Partido Comunista de la Unión Soviética, y el Estado Soviético se fortalecieron para garantizar la misión de organizar y liderar el desarrollo del país como un sistema articulado. El cual promovió el papel del Gobierno desde el nivel central hasta el local, desarrolló la economía, la cultura y la educación, así como mejoró la conciencia pública y forjó el temperamento político del Ejército Rojo, y amplió las relaciones internacionales. En especial, la Nueva Política Económica (NEP), propuesta por Lenin, desempeñó un papel trascendental en este sistema que logró movilizar la fuerza interna de la sociedad y utilizó con eficiencia las instalaciones de etapas anteriores, en contribución a crear condiciones para el desarrollo de los siguientes periodos.
Como un comunista verdadero con un espíritu humano noble, Lenin promovió la consigna: “¡Proletarios de todos los países, uníos¡”, y siempre prestó atención al destino de la clase obrera y trabajadora, así como las naciones oprimidas. En medio de que el colonialismo estaba proyectand su sombra sobre la humanidad, el líder de la revolución proletaria propuso estrategias para la lucha por liberar los pueblos oprimidos. En el primer esbozo de las tesis sobre las cuestiones nacional y colonial, Lenin criticó las opiniones equivocadas sobre el tema, condenó el chauvinismo y el nacionalismo estrecho, al tiempo que ratificó que los partidos comunistas tenían el deber de apoyar la lucha por la liberación nacional en las colonias. Y en el camino de hallar una forma de salvar la nación, el Presidente Ho Chi Minh percibió la significación en la visión de Lenin sobre la cuestión nacional y colonial, considerándola como una vitalidad para la Revolución vietnamita y un camino para la liberación nacional.
Más de medio siglo después de la partida física de Lenin, el socialismo en la antigua Unión Soviética y la Europa del Este se derrumbó debido a ciertas equivocaciones históricas. El colapso enseñó a la humanidad una lección vital de que si se alejase de los principios del marxismo - leninismo, no se basase en la percepción objetiva y científica del movimiento de la práctica para la construcción de la estrategia encaminada a mejorar la virtud, capacidad y calidad del liderazgo y la moral revolucionaria del Partido y el Estado, los logros de la revolución podrían correr el riesgo de quedarse en vano.
En los últimos 90 años, el pensamiento y la imagen de Lenin dejaron su marca en todas las etapas revolucionarias dirigidas por el Partido Comunista de Vietnam (PCV), la cual aportó a la victoria de la Revolución de Agosto de 1945, el triunfo de la resistencia contra los colonialistas franceses y el imperialismo estadounidense, y los logros significativos de la causa de renovación.
El Presidente Ho Chi Minh y el PCV adquirieron y aplicaron el marxismo-leninismo, especialmente el pensamiento de Lenin, de manera creativa y adecuada con las circunstancias, condiciones y características del país para conformar los principios del liderazgo a lo largo del progreso revolucionario, que son la independencia nacional y el socialismo, y sobre esta base, construir estrategias y planes concretos para cada etapa de la revolución.
El 150 aniversario del natalicio del líder del proletariado mundial es una ocasión para conmemorar a un gran pensador, un destacado teórico político, un líder de la clase obrera y trabajadora y los pueblos oprimidos, así como para afirmar que Lenin seguirá siendo un ejemplo para todos los comunistas del mundo.
El pensamiento y la teoría de Lenin continuarán viviendo con el tiempo y siendo una fuente de energía que ilumina el camino de liberación para los trabajadores hacia el socialismo. El legado de Lenin ayudó a Vietnam a ser consistente con el marxismo-leninismo y la ideología de Ho Chi Minh para fortalecer el Partido, además de prevenir la degradación de las ideas políticas, la moral y el estilo de vida, así como las manifestaciones de la "autoevolución" y la "autotransformación" dentro de la organización, construyendo un Estado de derecho socialista del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. El Partido, el pueblo y el ejército vietnamitas se comprometen a hacer más esfuerzos para construir y proteger la Patria, continuando el camino hacia la meta de “un pueblo próspero, un país fuerte y sociedad democrática, justa y civilizada”.