FED duda en reducir las tasas de interés

La Reserva Federal de Estados Unidos (FED) podría empezar a recortar los tipos de interés este año, según declaró su presidente, Jerome Powell, ante el Comité Bancario del Senado durante su comparecencia del pasado fin de semana. Sin embargo, la FED aún no ha decidido cuándo recortará los tipos, mientras que los analistas recomiendan que lo haga pronto, antes de que se vea en una situación incómoda.  
La sede de la Reserva Federal de Estados Unidos. (Foto: Reuters)
La sede de la Reserva Federal de Estados Unidos. (Foto: Reuters)

En respuesta a la "tormenta inflacionista", la FED ha subido recientemente los tipos de interés a su nivel más alto en 23 años. Esta decisión ha hecho que la inflación baje gradualmente desde su nivel más alto en décadas hasta acercarse al objetivo a largo plazo del 2 por ciento. La expectativa actual del mercado es que la FED recorte los tipos al menos tres veces este año, y que el primer recorte se produzca en junio.

Sin embargo, la inflación aún puede subir, ya que los últimos datos sugieren que el camino hacia ese objetivo sigue siendo difícil. En consecuencia, la FED se muestra reacio a recortar los tipos de interés porque las señales de la economía no son lo suficiente claras.

Mientras tanto, el antiguo gobernador de la FED, Louis James Bullard, advirtió que el banco central necesita "recortar los tipos pronto y lentamente". Según Bullard, el informe sobre el empleo en EE.UU. correspondiente al mes de febrero, publicado por el Departamento de Trabajo el 8 de marzo, aumenta las posibilidades de que el banco central efectúe pronto su primer recorte de los tipos de interés.

Dijo que un aumento de la tasa de desempleo hasta el 3,9 por ciento sería el más alto en más de dos años. El informe de empleo mostró que la economía añadió 275 mil puestos de trabajo en febrero. Ajustado, el crecimiento del empleo en los últimos tres meses ha sido de una media de 264 mil nuevos puestos de trabajo. En cuanto a los datos macroeconómicos actuales, Bullard afirmó que "todas las cifras actuales son bastante buenas" y no vio un riesgo inusualmente alto de recesión. Por tanto, ha llegado el momento de que la Fed recorte los tipos de interés.

Sin embargo, la FED se muestra renuente a recortar los tipos este año. En su comparecencia ante el Comité Bancario del Senado, Powell afirmó que, ante la persistencia de un fuerte crecimiento económico, la estabilidad del mercado laboral y los continuos avances en la reducción de la inflación, la FED "puede empezar y empezará" a recortar los tipos este año si se mantiene la tendencia económica. Sin embargo, el organismo aún no ha determinado cuándo tomará esa decisión.

Algunos funcionarios de la Fed pidieron cautela ante el riesgo de que vuelva el "fantasma de la inflación". La presidenta de la Fed de Cleveland, Loretta Mester, declaró en una conferencia celebrada el 7 de marzo que los tipos no deberían recortarse demasiado pronto ni demasiado deprisa, a menos que haya más pruebas de que la inflación se enfría y vuelve pronto al nivel objetivo del 2 por ciento.

Esto podría socavar los esfuerzos anteriores por domar la inflación, y el informe de enero es la "advertencia más clara". El presidente de la Fed, Jerome Powell, alertó recientemente de que los avances en la reducción de la inflación son actualmente "inciertos".

Aunque la FED todavía duda en reducir las tasas de interés, los analistas esperan que esta política cambie en los próximos meses bajo la influencia de señales positivas del índice de inflación y del mercado laboral. Según una encuesta de CME, el mercado evalúa un 70 por ciento de posibilidades de que la FED comience a reducir las tasas de interés a mediados de junio.

El cambio en la política de tipos de interés de la primera economía mundial, si llega a materializarse, no sólo será una buena noticia para las empresas estadounidenses, sino también una señal positiva para la economía mundial, ya que demostrará que la inflación ha retrocedido y que la economía mundial tiene posibilidades de entrar en un periodo de crecimiento estable tras la pandemia del Covid-19.