Washington cree que Europa no puede beneficiarse del "paraguas de seguridad" estadounidense mientras actúa en perjuicio de este país. Las divergencias en este sentido están poniendo a prueba las relaciones entre ambos aliados.
La declaración del diplomático estadounidense se produjo después de que la Comisión Europea (CE) multara a la plataforma estadounidense X con 120 millones de euros por infringir las normas de transparencia de la UE. Esta es la primera multa que la CE impone a X en virtud de la Ley de Servicios Digitales (LSD), lo que supone un hito en su labor de supervisión de las grandes empresas tecnológicas.
El multimillonario Elon Musk, propietario de X y partidario del expresidente estadounidense Donald Trump, amenazó con represalias y pidió la "disolución de la UE". El secretario de Estado, Marco Rubio, afirmó que la multa no solo era un ataque a X, sino también a las plataformas tecnológicas y al pueblo estadounidense. La sanción es solo la punta del iceberg y la UE ha dañado de forma constante su propia reputación al centrarse en políticas desfavorables para Estados Unidos, dijo. Washington advirtió de que la postura regulatoria de la UE podría afectar gravemente a la seguridad y a los valores compartidos con Occidente.
Al rechazar las imputaciones estadounidenses, los reguladores europeos argumentaron que la decisión de multar a X se debió a la falta de transparencia en sus registros publicitarios y a la negativa a conceder acceso a los investigadores a datos públicos. Según la LSD, la CE incluye en una lista a las "plataformas en línea muy grandes" (aquellas con más de 45 millones de usuarios activos mensuales en la UE) para someterlas a regulaciones más estrictas que a las pequeñas empresas digitales.
La CE también ha iniciado una investigación de mercado sobre Amazon Web Services y Microsoft Azure en virtud de la Ley de Mercados Digitales de la UE. La CE está considerando si debe designar a estas compañías como "guardianes" en el sector de los servicios en la nube. La medida tiene como objetivo limitar el poder de las «grandes tecnológicas» y garantizar una competencia justa a los rivales más pequeños.
Las tensiones entre la UE y Estados Unidos han intensificado tras las reiteradas críticas de la Administración Trump a la regulación tecnológica de la UE. La LSD tiene por misión regular las plataformas en línea y prevenir la difusión de contenidos ilegales, actividades nocivas y la propagación de desinformación. Cualquier empresa que infrinja las normas se enfrenta a multas de hasta el seis por ciento de su facturación global.
Estados Unidos considera que las normas establecidas por la LSD son “excesivas” e “incompatibles” con los valores estadounidenses, y limitan la libertad de expresión y la diversidad de opiniones. Advirtió que si la UE insiste en adoptar medidas proteccionistas injustas, defenderá los intereses de las compañías tecnológicas.
Con el objetivo de mejorar la competitividad y construir un orden digital global basado en normas transparentes y justas, la UE también anunció una estrategia internacional sobre tecnología digital. Sus pilares son mejorar la competitividad de la UE en áreas tecnológicas clave como la inteligencia artificial, la ciberseguridad cuántica y los chips semiconductores; y apoyar a otros países en la consecución de sus objetivos de transformación digital. De esta manera, se pretende construir una infraestructura digital segura y fiable en los sectores de la energía, el transporte, las finanzas y la salud. También pretende proteger los intereses y valores del bloque.
En resumen, las regulaciones europeas dirigidas a controlar el poder de las grandes corporaciones tecnológicas amenazan los intereses de las grandes compañías estadounidenses y aumentan las tensiones entre ambos aliados.