La Ley de Reducción de la Inflación (IRA), centrada en el medio ambiente, se considera la medida más audaz que ha tomado el gobierno estadounidense para estimular la recuperación económica de las comunidades más rezagadas.
Desde que Joe Biden asumió la presidencia, Estados Unidos ha creado más de 13 millones de puestos de trabajo, con la proporción de trabajadores en edad adulta (25-45 años) alcanzando el nivel más alto en más de 20 años. En particular, el porcentaje de trabajadoras empleadas en edad adulta se encuentra en el nivel más alto de la historia.
La Ley de 430 mil millones de dólares se aprobó el año pasado incluye una serie de disposiciones para promover las energías limpias, como exenciones fiscales para los vehículos eléctricos fabricados en Norteamérica, apoyo a la cadena de suministro de baterías estadounidense y préstamos para ayudar a empresas y consumidores a hacer la transición a la tecnología verde. Los esfuerzos del país se dirigen a construir una cadena de suministro de energía limpia diversificada, protegiendo así la economía de los riesgos.
Las tasas de desempleo de personas de color y latinos también están en mínimos históricos. La economía estadounidense se mantiene resistente, con una inflación general y un desempleo por debajo del 4 por ciento.
De acuerdo con el Departamento de Trabajo de Estados Unidos, los precios al consumidor, una medida clave de la inflación, subieron un 3,2 por ciento en julio. Se espera que la inflación siga bajando hasta 2025, con un aumento interanual del IPC del 3,3% en el cuarto trimestre de 2023. Se espera que la inflación se modere hasta el 2,6% en 2024, antes de acercarse al objetivo del 2% de la Reserva Federal a finales de 2025.
La fortaleza del mercado laboral y del sector servicios ha permitido la expansión de la economía estadounidense, lo que ha llevado a más economistas a retirar sus previsiones de recesión. Según un sondeo de la Agencia Federal de Pequeños Negocios, el 50% de los economistas encuestados respondieron que la economía estadounidense entrará en recesión en los próximos 12 meses.
De acuerdo con el Departamento de Trabajo de Estados Unidos, los precios al consumidor, una medida clave de la inflación, aumentó 3,2 por ciento en julio. Se espera que la inflación continuará bajando hasta 2025, mientras el índice de precios al consumidor aumentará 3,3 por ciento en el cuarto trimestre de 2023 en comparación con el mismo período del año pasado.
Mientras tanto, según la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO), la mayor economía del mundo será lo suficientemente fuerte como para evitar una recesión, con aumento de los tipos de interés y del desempleo. Las cifras publicadas por el Departamento de Comercio mostraron un crecimiento económico más rápido de lo esperado en el segundo trimestre de 2023.
En comparación con el mismo período del año pasado, el Producto Interno Bruto de Estados Unidos aumentó 2,4 por ciento en el segundo trimestre, superior al 2 por ciento del primer trimestre y al anterior pronóstico de los economistas. Se espera que esta cifra crezca 0,4 por ciento en la segunda mitad del año, antes de progresar de manera constante entre 2024 y 2025.
El Fondo Monetario Internacional también elevó su previsión de crecimiento económico de Estados Unidos en 2023 hasta el 1,8 por ciento, 0,2 puntos porcentuales más que el nivel previsto en abril, gracias al crecimiento del consumo en el primer trimestre de este año.
Según la entidad, el mercado laboral, aún sólido, ha contribuido al aumento de los ingresos reales y de las ventas de vehículos. Además del mercado de la vivienda y el sector manufacturero, la mayor parte de la economía estadounidense ha superado las dificultades causadas por la política de la Reserva Federal de subir los tipos de interés.
La desaceleración de la contratación corporativa y el enfriamiento del mercado laboral y de los costes de la vivienda también contribuyeron al descenso de la inflación.
Junto con los cambios en el mercado laboral, la secretaria del Tesoro consideró que los costos de la vivienda y los precios de los vehículos contribuyen a reducir la presión sobre los precios. Desde principios de 2022, la Reserva Federal ha venido subiendo los tipos de interés con el objetivo de domar la inflación. La subida del mes pasado situó los tipos de interés estadounidenses en su nivel más alto desde 2001.
En medio del enfriamiento de la mayor economía del mundo, los funcionarios estadounidenses dieron a conocer que la próxima decisión sobre las tasas de interés dependerá de datos específicos.
Los economistas habían pronosticado una recesión desde finales de 2022. Sin embargo, algunos creen probable un escenario de “aterrizaje suave” para la economía estadounidense, gracias a la disminución de las presiones de los precios. Las políticas activadas por el gobierno de Biden han ayudado a la economía a superar un período difícil y crear perspectivas de crecimiento constante.
