En particular, Estados Unidos ha puesto en marcha programas de inversión para desarrollar energías limpias. El gobierno prioriza el apoyo a proyectos que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero, una de las causas del calentamiento global.
El año pasado el país aprobó la creación del Fondo de Reducción de Gases de Efecto Invernadero por un monto de 27 mil millones de dólares. Su objetivo es replicar en los programas de energía solar residencial el modelo de más de 20 bancos verdes en los estados de Michigan y Maryland. Los bancos verdes sin fines de lucro ayudarán a disminuir el riesgo de los proyectos en comunidades de bajos ingresos al brindar apoyo financiero y atraer inversiones del sector privado.
El gobierno estadounidense lanzó en junio pasado un programa de apoyo de siete mil millones de dólares para que las comunidades de bajos ingresos pudiera acceder a paneles solares residenciales.
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos anunció recientemente dos programas con 20 mil millones dólares destinados a impulsar las inversiones en energía limpia, en especial en las comunidades de bajos ingresos. De este modo, el programa Fondo Nacional de Inversión Limpia, dotado con 14 mil millones de dólares, patrocinará a dos o tres instituciones financieras nacionales para coordinar con el sector privado la ejecución de decenas de miles de proyectos públicos de tecnología limpia.
Según la Vicepresidenta Kamala Harris, los estudiantes, los propietarios de pequeñas empresas y los líderes comunitarios con ideas innovadoras para reducir las emisiones y acelerar la transición a la energía limpia verán ahora cómo sus proyectos se hacen realidad al tiempo que se crea una economía de energía limpia para todos.
Las inversiones en energías limpias en los países europeos también están ayudando a afrontar los retos de seguridad energética del continente. En una carta reciente a la Comisión Europea, numerosos grupos empresariales instaron a los responsables políticos a acelerar las inversiones en la red energética y a apoyar proyectos que aumenten la capacidad de las centrales solares para cumplir rápidamente los objetivos del cambio climático. El uso de energías renovables ha ayudado a compensar la escasez de energía durante las recientes olas de calor.
Según los expertos, la energía solar es una solución especialmente adecuada para hacer frente a las altas temperaturas durante el verano, cuando la radiación solar es más fuerte y la demanda de electricidad llega a su nivel más alto. La alta producción de energía solar ha ayudado a algunos países europeos a satisfacer la creciente demanda de electricidad este verano.
Mientras tanto, España y Grecia han aumentado el número de paneles solares instalados en medio de la subida de los precios de la energía. La capacidad solar de España aumentó en 4,5 gigavatios en 2022, según el operador Red Eléctrica. La energía solar representó casi el 24 por ciento de la producción eléctrica del país europeo en julio, frente al 16 por ciento del mismo mes del año pasado. Por otro lado, el operador de la red griega IPTO informó de que la energía solar cubrió 3,5 gigavatios de la demanda total del país, de 10,35 gigavatios, a 24 de julio.
Según Refinitiv, casi el 50 por ciento de la demanda de electricidad en Sicilia (Italia), que alcanzó su punto máximo el 24 de julio debido al aumento de las temperaturas y las necesidades de refrigeración, se cubrió con energía solar. Esta fuente también satisfizo más del 100 por ciento de la demanda pico de electricidad en Bélgica, un país con un clima más fresco y menos sol.
La energía renovable ha ayudado a muchos países a aliviar la escasez de electricidad en los calurosos días de verano, garantizando la seguridad enérgica como una de las principales prioridades. Ante el objetivo urgente de tomar medidas contra el cambio climático, la transición hacia la energía verde es una tendencia inevitable y un pilar de la cooperación internacional.