Responsabilidad de proteger el planeta verde

La Conferencia anual de consulta sobre el cambio climático de las Naciones Unidas se lleva a cabo del 5 al 15 de junio en la ciudad alemana de Bonn, centrada en debatir medidas sustantivas y concretas para frenar el calentamiento global. Cada vez más personas han expresado que los esfuerzos para proteger el clima y la Tierra aún no han logrado el efecto deseado.
Foto de ilustración. (Fuente: undp.org)
Foto de ilustración. (Fuente: undp.org)

En el evento, considerado una importante negociación preparatoria de la 28ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28), prevista para finales de noviembre en Emiratos Árabes Unidos, más de 5.000 delegados de unos 200 países debaten sobre los avances y limitaciones en la lucha contra el calentamiento global.

También se debate el apoyo financiero a los planes de respuesta al cambio climático y de transición energética, así como las compensaciones a los países afectados.

Al reafirmar la importancia de esta consulta anual, la Secretaria de Estado y Representante Especial para la Política Climática Internacional del país anfitrión, Jennifer Morgan, declaró que la reunión pretende construir una coalición que promueva políticas climáticas globales ambiciosas, con el objetivo de tomar decisiones innovadoras.

Muchos argumentan que, aunque la conciencia general sobre los peligros del cambio climático se ha elevado notablemente en los últimos años, las acciones de los países aún no son lo suficientemente drásticas.

La capacidad de ralentizar la tasa de calentamiento global depende en gran medida de la implementación de los compromisos de las naciones de reducir las emisiones. Según un reciente informe, casi todos los 35 países que representan las cuatro quintas partes de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo obtienen una puntuación baja en sus planes de neutralidad de carbono.

Según el Banco Europeo de Inversiones, el cambio climático tiene directa repercusión en la vida cotidiana del 88% de la población africana. Aunque sólo representa entre el 2 y el 3 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, el continente tiene que soportar las graves consecuencias de este fenómeno.

Estas cifras plantean una vez más la necesidad de una responsabilidad compartida en la lucha común contra el cambio climático, especialmente las obligaciones de los principales países emisores.

En 2022, la COP27 alcanzó resultados notables, sobre todo el establecimiento de un fondo para compensar las pérdidas y daños de los países vulnerables al calentamiento global.

La opinión pública espera mayores avances en la próxima COP28. El presidente de la conferencia, Sultan Al-Jaber, ha afirmado repetidamente su determinación de acelerar la reducción de los combustibles fósiles. Además, informó que la hoja de ruta de la COP28 incluirá la meta global de triplicar las energías renovables y duplicar la eficiencia energética y el uso del hidrógeno limpio.

Mientras, son mayores los estragos del cambio climático. Si las políticas climáticas continúan como hasta ahora, alrededor de dos mil millones de personas vivirán bajo condiciones peligrosas debido al calor a fines de siglo, según un estudio.

Científicos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos informaron que el fenómeno atmosférico El Niño ha regresado y probablemente provoque este año eventos climáticos extremos como tormentas tropicales, fuertes lluvias y sequías.

La lucha contra el cambio climático corre el riesgo de descarrilar por el fuerte aumento del consumo de combustibles fósiles. La comunidad internacional ha hecho advertencias y asumido compromisos, pero se necesitan medidas más sustanciales, responsables y audaces para proteger los hábitats y frenar el aumento de la temperatura de la Tierra.