Esfuerzos por llenar las brechas de inmunización

El sector sanitario mundial acaba de anotarse un gran tanto con la recuperación de la inmunización infantil tras el revés histórico causado por Covid-19. Sin embargo, expertos del sector alertaron de la persistente desigualdad en esta labor y de sus riesgos para el bienestar de la comunidad.
Foto de ilustración.
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De acuerdo con un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en 2022 fueron vacunados cuatro millones de niños más que en 2021.

Kate O'Brien, directora de Inmunización, Vacunas y Productos Biológicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), apreció que la cobertura de vacunación en los países va recuperándose casi a los niveles prepandémicos.

Igualmente, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró que los datos reflejan un encomiable logro en los servicios de inmunización sistemática globales. Aun así, alertó, los menores de edad son los que más pagarán si flaquean los esfuerzos por mejorar la cobertura vacunal.

La tasa de inmunización en los últimos tiempos se ha desplomado bajo el impacto de la pandemia del nuevo coronavirus, los conflictos, el cambio climático y la crisis alimentaria. No hace mucho, Unicef reveló que 67 millones de niños se quedaron total o parcialmente sin vacunar entre 2019 y 2021 a causa de medidas de bloqueo y la interrupción en la atención médica provocada por esa enfermedad. Esto ha aumentado el riesgo de brotes de poliomielitis, sarampión y otras patologías peligrosas, una grave amenaza a la salud infantil.

Si bien se observan indicios de restablecimiento a través de los datos preliminares sobre vacunación, mantener este progreso es un enorme reto considerando las posibles interrupciones a raíz de los actuales problemas de alcance global.

Conforme a Unicef, en 2022 aún había 20,5 millones de niños que no recibieron una o más inyecciones administradas mediante los servicios de inmunización de rutina. En 2019, en ausencia del Covid-19, la cifra era de 18,4 millones. La cobertura de vacunación tarda en mejorar en la mayoría de los países de bajos ingresos.

Por otro lado, especialistas sanitarios tienen motivos de sobra para preocuparse por la desigualdad en el acceso a las vacunas. De los 73 países que registraron descensos significativos en la cobertura durante la pandemia, 15 se recuperaron a los niveles previos a ese período y hasta 34 se han estancado o han seguido bajando. Particularmente, los niños en zonas remotas o afectadas por conflicto en África suelen quedar marginalizados.

La OMS está coordinando con Unicef, la Alianza Global para Vacunas e Inmunización (GAVI) y la Fundación Bill & Melinda Gates para solucionar el problema. La GAVI reveló su plan de inmunizar a 300 millones de niños en el lapso 2021-2025, con lo que evitaría entre siete y ocho millones de muertes.

Otra causa del retroceso de la inmunización rutinaria es el rechazo de algunas personas a esta labor de prevención contra el Covid-19 y otras enfermedades. Según una encuesta de la Sociedad Brasileña de Pediatría, el miedo a los efectos secundarios y la desconfianza en la eficacia de los antivirales son los factores que más disuaden a los padres de llevar a sus hijos al centro de vacunación.

Al respecto, ejecutivos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos resaltaron la información falsa sobre las vacunas como una de las mayores amenazas para la salud comunitaria.

Las vacunas salvan vidas, evitan enfermedades peligrosas y ahorran los costos de la atención médica. Especialmente, la aplicación de las mismas protege a los niños del riesgo de enfermarse en las primeras etapas de su vida.

Por eso, el impulso a la cobertura de inmunización para que ningún país quede atrás deviene una tarea de emergencia de todo el planeta.