De acuerdo con un estudio realizado por la firma de investigación y consultoría en energía limpia Bloomberg NEF, la inversión en energía limpia y combustibles alternativos ha alcanzado la paridad con el capital destinado a la explotación de energía fósil como el petróleo, el gas y el carbón.
En 2022, la inversión global en la transición hacia energías no contaminantes totalizó un billón 100 mil millones de dólares, un incremento del 31 por ciento respecto al 2021, y casi igual a la inversión en combustibles fósiles.
Las energías renovables, que incluyen la eólica y la solar, se mantuvieron como el mayor sector en términos de inversión, con un fondo proyectado récord de 495 millones de dólares en 2022, un 17 por ciento más que el año anterior. El capital destinado a la producción de vehículos eléctricos también creció rápidamente en un 54 por ciento.
Sin embargo, según Bloomberg, la inversión en energía limpia aumentó en la misma proporción que la producción de combustibles fósiles, ya que el capital destinado a las fuentes contaminantes también subió de manera significativa el año pasado.
De acuerdo con analistas, la inversión global total en energías limpias aún es demasiado baja para poder alcanzar la meta de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y frenar el calentamiento global. Este monto debería triplicarse de aquí a 2050 para cumplir con el objetivo mundial de alcanzar el cero neto.
El último Monitor de Responsabilidad Climática Corporativa elaborado por un grupo de expertos del instituto NewClimate evaluó los compromisos climáticos realizados por las 24 multinacionales más grandes del mundo en las industrias de fabricación automotriz, construcción naval, aviación, moda al por menor, alta tecnología, alimentación, siderurgia y cemento.
Según el estudio, la transparencia de las estrategias climáticas de cada empresa se basa en la exactitud de las cifras reportadas sobre sus reducciones de emisiones y las metas establecidas para este objetivo, así como los avances logrados y los planes de compensación.
La encuesta indicó que todas las corporaciones sondeadas se comprometieron a unirse a las campañas iniciadas por las Naciones Unidas para enaltecer la responsabilidad corporativa en la descarbonización global y cumplir la meta de limitar la subida de temperaturas a 1,5 ºC bajo el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático 2015.
También observó que las estrategias climáticas de la mayoría de las empresas están atascadas en compromisos ambiguos y planes de compensación que carecen de credibilidad.
Señaló que 15 de las 24 compañías encuestadas tenían una “integridad baja” o “muy baja” por sus compromisos inadecuados o ambiguos. Para ralentizar el calentamiento del planeta, estas empresas planearon reducir un 45 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 y lograr la neutralidad de carbono a mediados de siglo, abundó la encuesta.
Los autores del estudio calcularon que 22 de las 24 compañías evaluadas se comprometieron a reducir sus emisiones sólo un 15 por ciento, o incluso un 21 por ciento según una interpretación optimista. Las empresas analizadas cuentan con ingresos combinados de más de tres billones de dólares y son responsables de alrededor del cuatro por ciento de las emisiones globales.
Según la organización Carbon Market Watch, en medio de los esfuerzos globales por reducir las emisiones, muchas empresas se aprovechan de los compromisos vagos y engañosos para “ecologizar” su marca. Esta situación es cada vez más evidente cuando las corporaciones utilizan imágenes o informaciones que inducen a pensar, erróneamente, que sus productos y servicios son respetuosos con el medio ambiente.
Para proteger el planeta verde, los consumidores prefieren productos verdes, no promesas vacías para el medio ambiente y el futuro de la humanidad.