En una carta enviada al presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, la funcionaria enfatizó que las estimaciones de la cartera muestran la imposibilidad de seguir cumpliendo con todas las obligaciones financieras del gobierno a principios de junio, si el Senado no eleva o suspende el límite de endeudamiento antes de esa fecha. También instó al Congreso a elevar el límite de deuda para mantener la solvencia.
Por otro lado, el director de la Oficina de Presupuesto del Congreso, Phillip Swagel destacó que, debido a que los ingresos fiscales hasta fines de abril fueron inferiores a lo pronosticados en febrero, es probable que el Departamento de Tesoro se quede sin dinero a principios de junio.
El presidente Joe Biden invitó de inmediato a Kevin McCarthy a la reunión con los líderes demócratas y republicanos del Congreso prevista para el 9 de mayo. Según una fuente cercana, el mandatario mencionó la elevación del techo de la deuda para evitar el impago. Sin embargo, McCarthy instó al presidente y al Senado a aceptar pronto los recortes de gastos y evitar la crisis.
La semana pasada, la Cámara de Representantes, dominada por los republicanos, aprobó la propuesta de aumentar el límite de la deuda nacional, pero con drásticos recortes de gastos. Biden y los demócratas se opusieron con vehemencia. Según analistas, los republicanos están decididos a impulsar el proyecto de ley Límite, Ahorro y Crecimiento en la Cámara a fin de fortalecer la posición del partido en las negociaciones con el presidente.
La economía estadounidense alcanzó el límite de deuda de 31,4 billones de dólares en enero. El Departamento de Tesoro debe tomar medidas especiales para seguir pagando las operaciones del Gobierno. De no elevarse el techo de la deuda, el Gobierno correrá el riesgo de no cumplir con los pagos, afectando seriamente la economía en un contexto marcado por la creciente deuda de la mayor economía del mundo.
El gobierno de Estados Unidos pidió préstamos para aminorar los efectos del brote de Covid-19 en el mercado laboral y la cadena de suministro. El endeudamiento tuvo lugar en un momento en que los tipos de interés eran bajos, durante la administración de Donald Trump y a principios del mandato de Biden. En la actualidad, los costes de los préstamos son sustancialmente más elevados debido a una inflación históricamente alta y a una serie de subidas de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal para frenar el aumento de los precios.
Según el Comité para un Presupuesto Federal Responsable, las políticas del Presidente Biden podrían aumentar el déficit presupuestario en 4,8 billones de dólares entre 2021 y 2031. El ente también advirtió de que el sobreendeudamiento podría alcanzar cifras récord ya en 2030 y que los pagos de intereses federales se triplicarían en los 10 años siguientes como consecuencia de las continuas presiones inflacionistas provocadas por el exceso de deuda.
El endeudamiento de Estados Unidos se ha disparado en la última década. La deuda pública pendiente se situó en 10,6 billones de dólares con Barack Obama (2009), aumentó a 19,9 billones con Donald Trump (2017) y a 27,8 billones con Biden (2021).
A principios de 2018, bajo la presidencia de Donald Trump, el Gobierno se cerró dos veces porque fue incapaz de aprobar el proyecto de ley de financiación del Gobierno y el presupuesto federal antes de la fecha límite. Después de un cierre de tres días, los legisladores de ambas cámaras del Congreso acordaron reabrir el gobierno a cambio de que el GOP debatiera cuestiones de inmigración.