Aproximadamente tres mil 500 empresas de 150 países concurrirán al CES 2024, del 9 al 12 de enero. En términos de presencia, Corea del Sur ocupa el tercer puesto después de Estados Unidos y China, al estar representada por 550 proveedores de productos tecnológicos líderes como artículos domésticos, dispositivos de llevar, tecnologías móviles y vehículos con piloto automático.
Según Seúl, se trata de una oportunidad para que el conglomerado nacional Samsung Electronics, el mayor fabricante de teléfonos móviles y chips de memoria en el mundo, publique su visión sobre la IA a nivel global, así como para que LG Electronics, otro gigante en el ámbito electrónico, presente sus nuevas tecnologías de la IA.
Expertos surcoreanos afirmaron que el CES revelará tendencias inevitables en el desarrollo y la aplicación de tecnologías avanzadas. Una de estas en 2024 será el desarrollo de la IA, que sentará las bases de la confianza en el despliegue de esta disciplina, afirmó Baek In so, jefe del grupo de investigación del Instituto de Desarrollo de la Sociedad de la Información de Corea.
De hecho, la popularización de los asistentes de IA está contribuyendo a mejorar las competencias profesionales de los trabajadores. En los próximos años, se espera que esta tecnología sustituya por completo a los humanos en tareas como la reestructuración del sistema fiscal y la redistribución de la renta.
Ante el auge de la IA, las organizaciones y empresas vienen priorizando inversiones en la disciplina y aprovechar sus frutos en el trabajo pese a riesgos de fracaso técnico, mal impacto social y moral e inseguridad.
Según una encuesta reciente de Ernst & Young, el 70 por ciento de los CEO de Asia-Pacífico ven la IA como un motor de eficiencia e innovación. Se espera que las empresas de la región inviertan alrededor de 78,4 mil millones de dólares al año en esta tecnología de aquí a 2027.
Según los expertos, a pesar de los retos que plantea la IA, una gestión eficaz de esta tecnología ayudará a impulsar el crecimiento y la ventaja competitiva. Los Gobiernos han establecido marcos normativos claros para la IA o se han suscrito a principios voluntarios de alto nivel al respecto, sobre todo los propuestos por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. En la Cumbre sobre Seguridad de la IA, celebrada en noviembre de 2023, representantes gubernamentales y empresariales de 28 países emitieron una declaración histórica en la que se comprometían a colaborar para garantizar que la IA se utilice de forma segura, centrada en el ser humano, fiable y responsable.
La Unión Europea ha acordado la Ley de IA, que entrará en vigor en 2026, con medidas exhaustivas para proteger a las personas. En Estados Unidos, una reciente orden ejecutiva del Presidente Joe Biden sentó las bases de nuevas normas federales sobre la seguridad y fiabilidad de la IA. China está elaborando una ley integral sobre IA. Mientras tanto, la ASEAN espera finalizar pronto sus directrices sobre ética y gobernanza de la IA.
Las empresas reconocen que son necesarios más esfuerzos para hacer frente a los riesgos de ciberataques, desinformación y deepfakes.
Según los resultados de la encuesta de Ernst & Young, las empresas que invierten en IA reconocen que la gestión de las cuestiones relacionadas con la precisión, la ética y la privacidad requerirá cambios significativos en sus actividades de gobernanza.
Los expertos también creen que las empresas pueden beneficiarse de las políticas y los marcos normativos sobre IA que los países están tratando de establecer, ya que no solo protegerán a los consumidores, sino que también serán cruciales para generar confianza en la IA con el fin de ampliar sus aplicaciones y aprovechar el potencial de esta tecnología de vanguardia.