Los acuerdos comerciales alcanzados entre Estados Unidos y numerosos países han contribuido a reducir el riesgo de tensiones comerciales a nivel mundial. Junto con los esfuerzos de reforma impulsados por la OMC, se espera que el comercio siga impulsando el crecimiento económico global.
En los últimos años, el sistema internacional de comercio se ha enfrentado a importantes desafíos debido a desequilibrios persistentes y a factores de inestabilidad imprevisibles, como las políticas arancelarias unilaterales, que interrumpen las cadenas de suministro y las inversiones globales. En 2025, la OMC ha revisado en varias ocasiones sus previsiones de crecimiento del comercio y de la economía, algo poco habitual, debido a la incertidumbre actual.
Ante la creciente volatilidad comercial, diversas voces han instado a los miembros de la OMC a mantener los valores y principios fundamentales del sistema multilateral y a acelerar la reforma institucional, en medio de la preocupación generalizada de que las relaciones comerciales “basadas en el poder” están erosionando el sistema multilateral de comercio basado en normas.
Las demandas de reforma y de apoyo al sistema comercial multilateral surgen en un contexto caracterizado por cambios complicados en la economía y el comercio global, así como la creciente tendencia al unilateralismo y el proteccionismo, los cuales plantean riesgos significativos.
Aunque el comercio multilateral tiene como objetivo generar beneficios tangibles para la población mundial, la aplicación de nuevos aranceles por parte de las potencias ha dificultado el sistema, amenazado el crecimiento, la inversión y el desarrollo, especialmente en los países más vulnerables.
La inestabilidad del comercio y la inversión, junto con los factores impredecibles, se han convertido en serios obstáculos para el crecimiento económico. Las economías de ingresos bajos y los países más vulnerables se enfrentan a crecientes dificultades causadas por el deterioro de las condiciones externas.
Las medidas arancelarias unilaterales debilitan las bases del sistema multilateral, aumentan los costos para empresas y consumidores, y obstaculizan el desarrollo socioeconómico de los países en desarrollo.
No obstante, mientras el sistema del libre comercio global experimenta fuertes turbulencias, la cautelosa respuesta de los países a los cambios arancelarios de Estados Unidos ha contribuido a aliviar las tensiones comerciales en 2025.
Según el informe más reciente de la OMC, la previsión de crecimiento del comercio global para este año se elevó al 2,4 por ciento, un aumento notable respecto al 0,9 por ciento estimado en agosto. Asimismo, los acuerdos bilaterales y los marcos de cooperación alcanzados por Estados Unidos con países como México, Malasia y China han ayudado a “desactivar” posibles tensiones comerciales.
La estabilidad de las relaciones económicas y comerciales entre Estados Unidos y China, que tienen la mayor influencia en la economía mundial, no solo responde a los intereses fundamentales de ambos países, sino también a las expectativas de la comunidad internacional, lo que confiere estabilidad al sistema comercial mundial.
En ese contexto, los países buscan reforzar la cooperación y la conexión de los mercados para afrontar los desafíos, acelerar el desarrollo y avanzar en ámbitos como el acceso a los mercados, las compras públicas, la economía digital y ecológica, así como las cadenas industriales y de suministro. Estos factores son esenciales para consolidar el sistema multilateral de comercio.
Los líderes de la OMC y los expertos coinciden en que las disrupciones actuales del sistema comercial global son una advertencia para los países sobre la necesidad de replantear el comercio internacional y construir una base más sólida que permita brindar prosperidad a todos los pueblos del mundo.
Aunque la necesidad de reforma es evidente, el desmantelamiento de las barreras del sistema multilateral solo puede lograrse mediante el diálogo y la negociación. Los recientes acuerdos comerciales entre Estados Unidos y otros países son una prueba de ello. La corrección de desequilibrios comerciales, la concentración de beneficios y las normas obsoletas requerirá cooperación y consenso entre las naciones, en aras de sanear el flujo del comercio y el crecimiento económico global.