Los últimos datos sobre un alto porcentaje de electricidad proveniente de fuentes renovables en Europa expusieron la meta de varios países de convertirse en un centro de energía verde.
La popularización de los recursos derivados del sol y el viento ha contribuido a mitigar la sed energética en buena parte del Viejo Continente.
Según expertos, las energías renovables han paliado el impacto de la sequía, la escalada de los precios de energía y las emisiones de gas al medio ambiente en la totalidad de la UE. Esta tendencia se prolongará, considerando que el bloque viene intensificando los esfuerzos de transición energética.
Al respecto, la Alianza Europea de la Industria Solar Fotovoltaica informó que la nueva capacidad solar fotovoltaica reportada en los 27 Estados miembros de la UE en 2022 fue de 41,4 gigavatios (GW), un aumento interanual del 47 por ciento.
Austria figura entre los pioneros en ecologizar el consumo eléctrico, pues según su Ministerio de Acción por el Clima, Medio Ambiente, Energía, Movilidad, Innovación y Tecnología, hasta el 78 por ciento de la producción energética nacional procede de fuentes verdes. El país ambiciona erradicar el uso de energía generada con los combustibles fósiles y alcanzar la neutralidad de carbono en 2030 y 2040, respectivamente.
Con miras al objetivo, Viena planea instalar un millón de paneles fotovoltaicos para aumentar a 27 teravatios/hora (TWh) la potencia de energía limpia en 2030.
Respecto a Europa Septentrional, la agencia estadística nacional de Finlandia notificó que la cuota doméstica de energías renovables marcó un récord este mes, el 75 por ciento del consumo total. En 2022, la energía eólica se disparó 41 por ciento a 11,6 TWh, un 14,1 por ciento del monto usado.
El país proyecta ampliar al instalación de aerogeneradores a las zonas costeras.
Dinamarca también ha asumido fructíferos compromisos con el tema. El 48 por ciento de la energía que generó en 2022 procedió del aprovechamiento de la fuerza del viento, sobre todo en alta mar.
Su vecina Suecia es un renombrado proveedor de hidroelectricidad, que representó un 43 por ciento de la producción energética nacional en 2021. Aun así, el pasado 16 de mayo aprobó dos proyectos de energía eólica que se desplegarán a unos 20 kilómetros de la costa occidental y proporcionarán alrededor de 6,5 TWh por año.
Mientras, la consultora británica Ember destacó el logro de Portugal, en abril de 2022, de satisfacer el 51 por ciento de la demanda energética nacional con recursos eólicos y solares. Es la primera vez que el país debe más de la mitad de su potencia mensual a las fuentes renovables.
En 2022, Portugal instaló 0,9 GW de capacidad fotovoltaica e incrementó así la productividad a 2,5 GW. Esta alternativa, junto con la eólica, reemplaza desde 2021 la tradicional combustión del carbón. Como consecuencia, el papel del gas en la red eléctrica local se ha desvanecido.
Al otro lado de la península ibérica, España registra hasta el 46 por ciento de su sistema de distribución eléctrica cubierto por las energías eólica y solar. Esta última incluso proveyó un monto récord en abril de 2022, de 4,2 TWh.
Alemania, también promotora de la reducción de emisiones de gases, declaró que la energía eólica, con una cuota del 24,1 por ciento, fue la segunda fuente de generación de electricidad doméstica en el año anterior, mientras que la solar supuso el 10,6 por ciento.
El país teutón pretende alcanzar 400 GW de capacidad solar en 2040, una ambición que según la Asociación Alemana de la Industria Solar requiere triplicar la potencia del ámbito durante los próximos tres años.
Los ministros de Energía de los nueve Estados ribereños del Mediterráneo de la UE (MED9), incluidos Croacia, Chipre, Francia, Grecia, Italia, Portugal, Eslovenia y España, rubricaron recientemente la “Declaración de Malta”, tendente a fomentar el sector de las energías renovables en Europa Meridional para hacer de la zona un polo regional de energía verde.
En el evento, celebrado en La Valeta (Malta), el grupo acordó priorizar el desarrollo de fuentes de energía renovables en alta mar y sistemas solares fotovoltaicos, los procedimientos de generación y transporte de hidrógeno renovable, a la propuesta de soluciones de almacenamiento de energía, y el establecimiento de nuevas estaciones de conexión energética entre la UE y los países mediterráneos que no la integran.
MED9 también pidió a la Comisión Europea sopesar la creación de un corredor de conexión de energía verde entre el continente y los países norteafricanos, grandes reservas de recursos para la industria en cuestión, así como concentrar la financiación de la UE en la instalación de principales puestos de conexión energética en el Mediterráneo.
Hace más de un año que la UE anunció el plan REPowerEU dirigido a acelerar el despliegue de las energías renovables y estimular las inversiones por una mejor eficiencia energética en todos los territorios del bloque. Planea dedicar 210 mil millones de euros de aquí a 2027 para materializar todas las metas planteadas en el proyecto.