Priorizar solución de la pobreza, brindar apoyo humanitario y unir fuerzas por la generación joven

Las organizaciones internacionales expresaron su preocupación por la pobreza, la falta de acceso a la escolarización y la emigración insegura que siguen asolando a cientos de millones de niños en todo el mundo, e hicieron un llamamiento a los gobiernos de todos los países para que unan sus esfuerzos en favor de las nuevas generaciones. 
(Foto: Unicef)
(Foto: Unicef)

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Banco Mundial (BM) publicaron un informe que muestra que la pandemia de Covid-19 ha ralentizado el proceso de sacar a los niños de la pobreza, ya que 333 millones siguen viviendo en ella. Esto representa el 17% de los niños que viven en condiciones precarias.

La Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, declaró que el Covid-19, los conflictos, el cambio climático y las crisis económicas han estancado la erradicación de la pobreza, dejando a millones de niños viviendo en la pobreza extrema. Esta realidad socava el objetivo de las Naciones Unidas de erradicar la pobreza infantil extrema para 2023.

La pandemia de Covid-19 ha ralentizado el proceso de ayudar a los niños a salir de la pobreza, ya que 333 millones siguen viviendo en esa condición. Ello sume al 17 por ciento de los menores a vivir de forma temporal.

Un alto funcionario del BM, López Calva, expresó su preocupación por la situación de 333 millones de niños que viven en la pobreza extrema, privados no sólo de las necesidades básicas sino también de dignidad, oportunidades y futuro.

La región al sur del desierto del Sahara en África es actualmente la zona más "baja" del mundo en términos de seguridad social para los niños. Según estadísticas de Unicef, por cada 100 niños en esta área, hasta 40 sufren de extrema pobreza. En los últimos años, una serie de impactos negativos como el rápido crecimiento demográfico, la devastadora pandemia de Covid-19, los conflictos y el cambio climático han agravado la situación entre los niños de la zona.

Millones de estudiantes no sólo viven en la pobreza, sino que también están privados del derecho básico a ir a la escuela.

Según estadísticas del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), más de la mitad de los 14,8 millones de niños refugiados en edad escolar del mundo no van a la escuela.

El portavoz del Acnur, William Spindler, destacó que a finales de 2022 el número de refugiados en edad escolar aumentó casi un 50 por ciento en comparación con los 10 millones del año anterior.

Según representantes de dicha organización, con una quinta parte de los refugiados detectados en los 46 países menos desarrollados, y más de las tres cuartas partes en los de ingresos bajos y medios, los costos de la educación se están convirtiendo en una carga para los grupos pobres y vulnerables.

Según estadísticas del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), más de la mitad de los 14,8 millones de niños refugiados en edad escolar del mundo no van a la escuela.

Ante tal situación, el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, subrayó que hay 224 millones de niños y adolescentes en el mundo que necesitan urgentemente educación debido a crisis como conflictos, epidemias y desastres naturales, de los cuales unos 72 millones no tienen acceso a la escuela.

Las organizaciones internacionales también han alertado sobre el creciente número de niños migrantes. Unicef subrayó que el número de menores que abandonan América Latina y el Caribe es el más alto de la historia.

Según Unicef, solo en los seis primeros meses de 2023, hasta 40 mil niños tuvieron que arriesgarse a cruzar la peligrosa selva del Darién que separa Centroamérica y Sudamérica para escapar de la violencia de las bandas, la inestabilidad, la pobreza y los desastres naturales que asolan su tierra natal. Esta cifra representa todo el año 2022 y es superior a las 29.000 de 2021.

El informe también muestra que los niños representan el 25 por ciento de todos los migrantes en América Latina y el Caribe. El director de Unicef para América Latina y el Caribe, Garry Conille, advirtió que los menores enfrentan peligros como enfermedades, abusos e incluso arriesgan su propia vida en el viaje hacia la "tierra prometida".

Las organizaciones internacionales piden a los gobiernos que den prioridad a la lucha contra la pobreza infantil, proporcionen más ayuda humanitaria y tomen medidas eficaces, como la ampliación de los programas de bienestar social, para proteger los derechos y el futuro de los niños.