Sin embargo, basándose en las "lecciones de sangre" de crisis anteriores, así como en la eficaz respuesta de las autoridades estadounidenses y europeas, se ha ido conjurando el riesgo de una crisis bancaria mundial.
Después de que algunos bancos estadounidenses entraran en crisis, las instituciones financieras europeas temieron el riesgo de un "efecto dominó" en el Viejo Continente. Según la agencia de noticias Reuters, al menos dos importantes bancos europeos están expuestos al contagio.
Reuters no reveló sus nombres, pero sí que sus principales líderes sostuvieron discusiones internas para proponer el apoyo del Banco Central Europeo (BCE) a los de la región, especialmente en términos de capital y liquidez. Los ejecutivos indicaron que sus entidades y el sistema bancario europeo muestran buena capitalización y liquidez, pero temen que la actual crisis de confianza en la industria bancaria afecte a los préstamos de varios entidades.
Grandes preocupaciones sobre el "efecto dominó"
A los funcionarios financieros de Europa y EE. UU. también les preocupa que la creciente crisis bancaria ensombrezca las perspectivas económicas de la región. En Europa, las empresas dependen en gran medida de los préstamos bancarios para impulsar el crecimiento empresarial. El BCE dijo que está monitoreando las tensiones del mercado y reaccionará según sea necesario para mantener la estabilidad financiera en la Eurozona.
En EE.UU. crece la preocupación por la crisis bancaria, que podria dificultar la recuperación económica. Durante el fin de semana, el ex director ejecutivo de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein, destacó que el reciente deplome de algunos bancos en el país norteamericano acelerará el proceso de restricción crediticia en general y ralentizará el progreso de la economía más grande del mundo.
Las acciones oportunas de los funcionarios de EE. UU. y los países occidentales, junto con el análisis de los expertos, muestran que esta crisis bancaria es preocupante, pero no tan grave como la que desató la crisis financiera mundial de 2008.
En una entrevista con CNN, Blankfein resaltó que en muchos aspectos, la situación actual será similar a subir las tasas de interés. En el nuevo contexto, los bancos prestarán menos, por lo que habrá menos crédito y una desaceleración del crecimiento económico.
El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, subrayó que la crisis bancaria ha remitido y aseguró a los ciudadanos que sus depósitos estarán seguros. Pero los analistas predicen que las consecuencias de la crisis bancaria en la economía estadounidense se harán sentir durante mucho tiempo.
Según las previsiones, la crisis bancaria y la situación económica actual harán que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) suba los tipos de interés 0,25 puntos porcentuales, minando así las perspectivas de crecimiento económico.
No se repetirá el escenario de crisis de 2008
La quiebra de algunos bancos estadounidenses en los últimos días ha despertado el nervisismo por el fantasma de una crisis económica mundial. Sin embargo, las intervenciones oportunas de los reguladores de EE. UU. y los países occidentales, junto con el análisis de los expertos, muestran que esta crisis bancaria es preocupante, pero no tan grave como la que desató la crisis financiera mundial de 2008. La FED y una serie de bancos centrales de Canadá, Reino Unido, Japón, la Unión Europea y Suiza anunciaron el 19 de marzo un mecanismo especial de coordinación para mejorar la accesibilidad a la liquidez de los bancos.
La medida ha ayudado a calmar el pánico que se ha apoderado del sistema financiero mundial. En una declaración conjunta, los mencionados bancos centrales dijeron que para mejorar la eficiencia de los swaps de divisas en dólares, activarán un vencimiento de siete días en forma diaria en lugar de semanal como ahora.
Además, la compra de Credit Suisse por 3,25 mil millones de dólares por parte de UBS, el mayor banco de Suiza, ha ayudado a aliviar la ansiedad del mercado por el riesgo de un colapso del sistema bancario en Europa. Esta es la razón por la que la adquisición de Credit Suisse de UBS ha recibido elogios de la comunidad internacional. Antes, Credit Suisse, fundado hace 167 años, estuvo bajo presión tras la caída de los estadounidenses Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank.
Michael Every, estratega global de Rabobank, dijo que "no habrá ninguna recurrencia de la crisis financiera mundial". Aseguró que “no se repetirá el escenario de crisis de 2008” por una razón muy obvia: los bancos en general tienen mucho mejor inversión de capital y la calidad crediticia no es problemática.
Betsey Stevenson, quien fuera asesora del expresidente estadounidense Barack Obama, también dijo a la prensa que no considera que se trate de una "crisis financiera global 2.0" y no vio ningún problema con la solvencia del sistema.
Algunos expertos económicos incluso subrayaron que, para las economías en desarrollo de Asia, la actual crisis bancaria puede ser una oportunidad para aumentar las reservas de divisas y reducir las tasas de interés. Además, se trata de una valiosa "señal de alarma" para ayudar a los bancos centrales a revisar y reformar su sistema bancario con el fin de mejorar la resistencia a los choques externos y evitar crisis peores.