La lucha contra el cambio climático: brecha entre compromisos y acciones

La inusual ola de calor que azotó Europa este verano ha provocado unas 16 mil 500 muertes, mientras 181 mil personas perdieron la vida por las temperaturas inusualmente altas en los últimos tres años en el Viejo Continente. Estas alarmantes cifras demuestran que el cambio climático ha causado impactos impredecibles y consecuencias inconmensurables para la humanidad y el planeta.

La gente bebe agua para refrescarse en un día caluroso en Roma, Italia. (Foto: Xinhua/VNA)
La gente bebe agua para refrescarse en un día caluroso en Roma, Italia. (Foto: Xinhua/VNA)

Según una investigación del Imperial College de Londres, el cambio climático de origen humano causó unas 16 mil 500 muertes durante las olas de calor excepcionales registradas este verano en Europa. Un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) estima en más de 181 mil los fallecimientos atribuibles al calor en las ciudades europeas durante los veranos de 2022, 2023 y 2024.

Según ISGlobal, solo en el verano de 2024, considerado el más caluroso de la historia de Europa, se registraron 62 mil 775 fallecimientos atribuibles al calor entre junio y septiembre. Una investigación realizada en 854 ciudades mostró que el calentamiento global elevó la temperatura media en 2,2 grados Celsius entre junio y agosto de 2025, y que sus consecuencias provocaron un exceso de 24 mil 400 muertes respecto de la tasa de mortalidad normal. Los investigadores atribuyeron casi el 70 por ciento de esas muertes (equivalentes a 16 mil 500 casos) directamente al cambio climático, lo que significa que la cifra de fallecimientos por temperaturas anormalmente elevadas se triplicó en comparación con la registrada en condiciones climáticas normales.

Ante estas alarmantes estadísticas, los científicos advierten de que un incremento adicional de entre 2 y 4 grados Celsius podría costar la vida de miles de personas más. Sin embargo, algunos países siguen mostrando indiferencia en la lucha contra el cambio climático. Según el informe "Brecha de producción 2025", elaborado por más de 50 investigadores internacionales, muchos gobiernos planean aumentar la explotación de combustibles fósiles a pesar de que los compromisos para responder al calentamiento global apenas han entrado en vigor.

Derik Broekhoff, experto del Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo, subrayó que aún persiste una brecha entre la ambición climática y la explotación de combustibles fósiles. Según el Acuerdo de París sobre el cambio climático, los países se comprometieron a limitar el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2 grados Celsius en comparación con los niveles preindustriales y a esforzarse por alcanzar el objetivo de 1,5 grados Celsius. No obstante, investigaciones científicas indican que, en relación con el nivel compatible con la meta de mantener el incremento de la temperatura global en esa cota, la producción prevista de carbón, petróleo y gas en 2030 superará en un 120 por ciento lo permitido, e incluso el objetivo de 2 grados Celsius sería rebasado en un 77 por ciento.

El informe también señala que 17 de los 20 mayores países productores de combustibles fósiles planean aumentar su producción de aquí a 2030. Los signatarios del Acuerdo de París deberán presentar objetivos climáticos actualizados y planes detallados de reducción de emisiones antes de la 30ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), que se celebrará en Brasil el próximo noviembre. Por ello, los científicos instan a los países a comprometerse a revertir la situación actual de aceleración de la producción de combustibles fósiles, una de las principales causas del calentamiento global.

La Unión Europea (UE) es uno de los pocos focos de esperanza en la lucha por alcanzar las metas climáticas. En una reciente reunión en Bruselas, los ministros de Medio Ambiente de los Estados miembros de la Unión Europea se comprometieron a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 66,25 y un 72,5 por ciento respecto a los niveles registrados en 1990, reafirmando así su papel de vanguardia en la lucha contra el calentamiento global.

Aunque la UE se sitúa por detrás de China, Estados Unidos e India en cuanto a emisiones de gases de efecto invernadero, ha asumido los compromisos más firmes en la lucha contra el calentamiento global. Los expertos medioambientales esperan que la UE y todos los países del mundo traduzcan sus compromisos climáticos en acciones concretas y asuman plenamente su responsabilidad con el planeta.

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