Perspectivas en “aterrizaje suave” de la economía de Estados Unidos

La economía global está enfrentando "vientos en contra", debido a los fuertes impactos de la pandemia de Covid-19 y el conflicto en Ucrania. El ritmo de crecimiento se vio restringido cuando los precios del petróleo y las materias primas aumentaron considerablemente, lo que provocó una inflación persistente hasta el segundo trimestre de 2022, afectando a las perspectivas de desarrollo. Los riesgos multidimensionales amenazan con una recesión en las principales economías, incluido Estados Unidos.

En un supermercado en Manhattan, Nueva York, Estados Unidos (Foto tomado el 28 de marzo de 2022, Reuters)
En un supermercado en Manhattan, Nueva York, Estados Unidos (Foto tomado el 28 de marzo de 2022, Reuters)

En el análisis "Perspectivas Golbales: Gran desafío", la economista Shahana Mukherjee, de Moody's Analytics, página especializada en los servicios financieros de la principal agencia de calificación crediticia del mundo, Moody's, valoró que la volatilidad en los mercados mundiales de mercancías y un entorno comercial cada vez más riesgoso podrían impulsar el aumento de la inflación en 2022.

En los próximos meses, los bancos centrales continuarán abandonando las medidas de estímulo económico, aplicadas durante la pandemia y endureciendo la política de tasas de interés. Con anterioridad, gracias al estímulo fiscal sin precedentes en Estados Unidos y un crecimiento estable y el alto valor del comercio de China, la economía mundial está en camino de un fuerte crecimiento hacia fines de 2021.

Sin embargo, las medidas estrictas para enfrentar la pandemia y las restricciones comerciales relacionadas con la crisis en Ucrania han interrumpido el suministro de importantes materiales de entrada y han hecho subir los precios y la inflación.

De acuerdo con un sondeo realizado por Financial Times, casi el 70 por ciento de los economistas afirmaron que la economía estadounidense entrará en recesión en 2023 a medida que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) refuerce el control de la inflación. Mientras, Bloomberg Economics pronosticó que la economía estadounidense se desacelerará a principios de 2024.

Los temores de una recesión en Estados Unidos se han extendido rápidamente en medio de una inflación galopante, la interrupción de las cadenas de suministro, así como el aumento de la tasa de interés de la FED en 0,75 puntos porcentuales, el mayor alza en 30 años.

Yellen informó que el Banco Central es responsable de solucionar la inflación, pero el presidente estadounidense, Joe Biden, está considerando una serie de políticas de apoyo, incluida la disminución del déficit presupuestario, el aumento de algunos impuestos y la reducción del impuesto a la gasolina.

En una visita a Canadá, Yellen sostuvo un encuentro con la ministra de Finanzas canadiense, Chrystia Freeland, para discutir sobre el aumento de la producción de energía y el fortalecimiento de las cadenas de suministro, el apoyo a los bancos centrales.

La cooperación entre dos potencias se produce cuando los precios al consumidor en Canadá y Estados Unidos aumentan a su ritmo más rápido en décadas, factor que están erosionando salarios y obliga a FED y el Banco Central canadiense a aumentar tasa de interés.

Los analistas e inversores están cada vez más preocupados por una eventual actuación demasiado agresiva de los bancos centrales, lo que podría llevar la economía a la recesión.

Pronosticaron que el "shock" de la oferta provocado por el conflicto en Ucrania sigue siendo el principal riesgo de frenar el crecimiento mundial en 2022, ya que el aumento de los precios de las materias primas afecta el gasto real, la inversión y el sentimiento del mercado.

Asimismo, el riesgo de aparecer nuevas variantes del SARS-CoV-2, causante del Covid-19, debilita aún más la confianza. Ellos son factores que aumentan la inestabilidad y la imprevisibilidad sobre el tiempo y la velocidad de la recuperación global. El presidente de FED, Jerome Powell, expresó su confianza en que se sucedería un "aterrizaje suave", una situación en la que la inflación cae sin un fuerte aumento del desempleo.

Sin embargo, añadió que los factores externos como el conflicto en Ucrania y el alto precio de petróleo están dificultando tal escenario.