La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, anunció que después del 18 de octubre, el presupuesto del Departamento del Tesoro "se agotará rápidamente" y no será suficiente para realizar pagos urgentes. Esto significa que el Gobierno está en peligro de incumplir con sus deudas.
Señaló que si el Congreso no aumenta o suspende el techo de endeudamiento, el Gobierno no podrá pagar los salarios de los funcionarios públicos, los jubilados o las deudas vencidas.
Afirmó que elevar el techo de la deuda pública no aumenta el gasto, sino que simplemente dota al Tesoro suficiente recursos para financiar proyectos aprobados por el Congreso.
Si el riesgo de "quedarse sin dinero" se convierte en realidad, el Gobierno estadunidense sufrirá consecuencias graves para las operaciones comerciales. Además, erosionará la confianza del consumidor e impactará negativamente en la calificación crediticia de Washington en los próximos años.
En ese contexto, los congresistas republicanos insisten en negarse a aprobar un proyecto de ley para suspender el límite de endeudamiento hasta diciembre de 2022.
La semana pasada, la Cámara de Representantes aprobó una medida para mantener en funcionamiento al Ejecutivo hasta el 3 de diciembre, mientras los legisladores de ambos partidos prosiguen la discusión de un paquete de gastos sociales a 10 años.
El líder republicano en el Senado estadounidense, Mitch McConnell, se opuso con vehemencia al proyecto de presupuestos de la Administración de Joe Biden. Bajo la presidencia de Donald Trump, el límite de la deuda se suspendió temporalmente durante dos años.
En el marco del acuerdo presupuestario entre los dos partidos, el Congreso estadounidense suspendió el nivel máximo de endeudamiento del país hasta el 31 de julio. El límite se restableció poco después y la deuda ascendió a 28,4 billones de dólares.
Para continuar impulsando las negociaciones sobre el techo de la deuda, el presidente Joe Biden tuvo que cancelar en el último minuto su plan de visitar la ciudad de Chicago, programado con anticipación para alentar a la población local a vacunarse contra el Covid-19.
La última vez que el Gobierno tuvo que cerrar parcialmente fue a fines de enero de 2019, por un lapso récord de 35 días. Si los partidos Demócrata y el Partido Republicano no llegan a un consenso sobre el tema del techo de la deuda nacional, el riesgo de incurrir en impago y el cierre del Ejecutivo podría convertirse en realidad.