Sin embargo, los expertos advirtieron que las economías de la Asean todavía enfrentan muchos "riesgos persistentes" y que la región necesita hacer esfuerzos para restaurar el crecimiento sostenible.
En su informe “Recuperación económica tras la pandemia en el sudeste asiático”, la institución financiera hizo una valoración positiva sobre la recuperación de las economías de la Asean en el próximo tiempo. También expone las oportunidades de crecimiento, estrategia y reforma prioritaria que ayudarán a los miembros del bloque regional a robustecer su recuperación económica a medio plazo.
Antes de las mencionadas evaluaciones del BDA, otras organizaciones financieras se mostraron optimistas sobre las perspectivas económicas del sudeste asiático.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó que en 2022 podrían crecer los Productos Internos Brutos (PIB) de Vietnam (siete por ciento), Filipinas (6,5 por ciento), Malasia y Camboya (seis por ciento).
Mientras, el May Bank de Malasia auguró que el PIB de la Asean-5 (Indonesia, Malasia, Tailandia, Vietnam y Filipinas) se expandirá 5,6 por ciento en 2022. Si el pronóstico se cumple, en 2022 el crecimiento del PIB de la Asean podría equipararse al de China por primera vez desde 1990.
Sin embargo, los analistas valoran que la recuperación de las economías de la Asean todavía enfrentaría numerosos desafíos. El gerente general del BDA en el Sudeste Asiático, Ramesh Subramaniam, señaló que el principal riesgo a la recuperación económica de la región es el conflicto en Ucrania y los consecuentes aumentos de los precios de los combustibles. Otros son la evolución complicada de la pandemia, la interrupción de las cadenas de suministro y producción, la reducción de la confianza de las empresas y la limitación del ritmo de crecimiento de la productividad laboral, debido a la eventual aparición de nuevas variantes del SARS-CoV-2.
A fin de crear una fuerza motriz para el crecimiento económico sostenible, Subramaniam recomendó que los gobiernos de los países sudesteasiáticos creen un entorno comercial favorable, mejorar la infraestructura y fortalecer los vínculos intrarregionales.
Los especialistas del BDA enfatizaron que la pandemia ha planteado nuevos retos al turismo, por lo que los países sudesteasiáticos deben reanimarlo a través de campañas de comunicación, estandarizar el turismo seguro, diversificar los productos turísticos y elevar la calidad de los recursos humanos.
Asimismo, deben centrarse en el desarrollo del comercio electrónico, una vertiente de trabajo muy prometedora. También es necesario dinamizar la industria electrónica y desarrollar políticas específicas de apoyo al sector como mejorar la coordinación entre las empresas locales, las firmas internacionales y los gobiernos.
Otras principales ocupaciones de los países del sudeste asiático para garantizar una recuperación económica sólida y sostenible son eliminar cuellos de botella e identificar prioridades.
En la XXVI Conferencia Ministerial de Finanzas de la Asean, presidida por Camboya, los delegados señalaron tres acciones prioritarias de la Asean: la recuperación económica, la respuesta flexible y la cohesión. En su calidad de presidente rotativo de la Asean 2022, Camboya afirmó que prestará una mayor atención al fortalecimiento de la cooperación entre los miembros de la Asean para impulsar el comercio y las inversiones, apoyar la integración financiera de la Asean de manera amplia y profunda, implementar sistemas de pago transfronterizos, y fortalecer el apoyo financiero para movilizar más recursos en función de la recuperación económica.
La economía regional y mundial ha experimentado una crisis causada por el Covid-19. En un contexto en que la economía de China enfrenta muchos retos debido a su política de “cero Covid”; la de Europa se ve afectada por el conflicto en Ucrania, la inflación sube en Estados Unidos y otros países, es importante promover la cooperación estrecha entre los miembros de la Asean para crear una fuerza motriz favorecedora del crecimiento económico sostenible.
Una Asean con economía activa y sostenible no solo contribuye al crecimiento común de la economía global, sino también ayuda a mantener el “papel central” en los mecanismos de cooperación multilaterales en la región India-Pacífico.