Antes de la COP27, la Unión Europea (UE), el tercer mayor emisor del mundo, se ha esforzado por movilizar a los principales emisores para establecer objetivos más ambiciosos en la acción climática.
En el documento anunciado el 24 de octubre después de la Reunión de Ministros Climáticos de UE en Luxemburgo, los miembros de la agrupación instaron a un fortalecimiento global para lograr los objetivos del Acuerdo de París sobre el cambio climático. La meta actual de la UE es reducir para 2023 las emisiones netas en un 55 por ciento en comparación con los niveles de 1990, y los funcionarios se comprometieron a aumentar el objetivo lo antes posible.
Cabe destacar que la UE acordó poner los asuntos de pérdida en la agenda de la COP27, debatiendo medidas de compensación relacionadas con daños por inundaciones, aumento del nivel del mar y otros impactos del cambio climático en los países más pobres del mundo.
El hecho de que los ministros incluyeran dichos asuntos en la agenda de la COP27 se considera un avance porque ese ha sido un dilema durante muchos años.
Los países en desarrollo presionan constantemente a las economías con mayores emisiones del mundo para que abandonen gradualmente su oposición a las reclamaciones por daños y perjuicios en casos de impactos del cambio climático. Varias naciones han propuesto a la COP27 establecer un fondo de apoyo a las afectados por el cambio climático como Pakistán, donde murieron unas mil 700 personas en las inundaciones históricas de este año, o en las naciones del Cuerno de África, que sufren terribles sequías.
Además, los países latinoamericanos y caribeños esperan buscar en la COP27 compensaciones por desastres, pues esta región se encuentra entre las más vulnerables al cambio climático pese a sus bajas emisiones.
En 2009 las naciones ricas se comprometieron por primera vez a respaldar con 100 mil millones de dólares anuales el fondo de ayuda climática, a fin de apoyar a las pobres a reducir las emisiones y adaptarse al cambio climático. Sin embargo, este objetivo aún no se ha alcanzado.
En la COP26, efectuada en Inglaterra en 2021, los países admitieron que es difícil lograr dicha meta antes de 2023. En un acuerdo emitido tras la conferencia en Luxemburgo, los ministros de la UE relacionados con los asuntos climáticos expresaron la esperanza de alcanzar el objetivo en 2023.
Mientras tanto, los especialistas enfatizaron que la suma de 100 mil millones de dólares al año era mínima para generar confianza en las negociaciones climáticas. El enviado especial presidencial de Egipto a la COP27 consideró que el mundo debe aportar un billón de dólares al financiamiento climático global, teniendo en cuenta las prioridades de los países en desarrollo, que han sufrido los peores impactos del cambio climático.
El grupo de expertos de alto nivel encargado de preparar un informe financiero a la COP27 dio a conocer que está rastreando las mayores "brechas" relacionadas con el financiamiento climático, identificando las causas y haciendo recomendaciones para recaudar los fondos necesarios.
Según los analistas, las negociaciones en la COP27 serán más intensas en un contexto configurado por varios complicados desafíos, desde la escalada del conflicto en Ucrania hasta la recesión económica y la crisis energética.
El canciller de Egipto y presidente de la COP27, Sameh Shoukry, instó al mundo a centrarse en la "amenaza existencial", el cambio climático, y evitar distraerse con los actuales conflictos y crisis.