La economía de la eurozona enfrenta grandes dificultades, incluida la crisis del costo de la vida y la caída de la demanda global. Después de superar los graves impactos de la pandemia de Covid-19 y las consecuencia del conflicto en Ucrania, los expertos temen que la economía de la región siga viéndose afectada por el actual conflicto entre Hamás e Israel.
Según Eurostat, la economía de la eurozona de 20 países se contrajo un 0,1 por ciento en el tercer trimestre, tras un descenso del 0,2 por ciento en el trimestre anterior. Sin embargo, el panorama económico regional muestra signos de recuperación, aunque lenta, ya que el crecimiento en los 27 Estados miembros de la UE, incluidos los que no pertenecen a la eurozona, fue sólo del 0,1 por ciento.
El PIB de Alemania disminuyó ligeramente en el tercer trimestre, en un contexto en que la principal economía de Europa seguía bajo presión por el débil poder adquisitivo y el aumento de las tasas de interés. Según la Oficina Federal de Estadística de Alemania, el PIB del país cayó 0,1 por ciento, cifra inferior al 0,3 por ciento previsto por Reuters. Se prevé que la primera economía europea crezca 1,3 por ciento en 2024 y 1,5, por ciento en 2025.
Mientras tanto, la Oficina Nacional de Estadística de Francia estimó que la economía del país crecerá 0,1 por ciento en el tercer trimestre respecto al anterior, gracias a un fuerte aumento del gasto de los consumidores, con lo que en 2023 el crecimiento sería del 0,9 por ciento, coincidente con la estimación del Banco de Francia.
Según Eurostat, la tasa de inflación interanual de la Eurozona se moderó 1,4 puntos en octubre en comparación con el mes anterior, alcanzando así el 2,9 por ciento, la cota más baja desde julio de 2021 y muy inferior al récord histórico del 10,6 por ciento registrado en octubre de 2022, después de estallar el conflicto entre Rusia y Ucrania, lo que hizo subir los precios de la energía.
En un contexto en el que la lucha contra la inflación es la máxima prioridad, y a pesar del temor a que una subida de los tipos de interés desencadene una grave recesión en la eurozona, el Banco Central Europeo (BCE) subió el 14 de septiembre los tipos de interés por décima vez desde julio de 2022, hasta un récord del 4 por ciento, con la intención de combatir el alza de los precios al consumo. Sin embargo, los responsables políticos del BCE han indicado que esta podría ser la última subida de tipos.
La inflación en Europa caerá por debajo del objetivo del BCE del 2 por ciento en 2024, según una previsión del economista Tomas Dvorak, de Oxford Economics.
Las continuas caídas de los precios de la energía y el enfriamiento de los precios de los alimentos son motores clave para la economía europea. Eurostat señala que en octubre los precios de la energía cayeron bruscamente un 11,1 por ciento, después de disminuir 4,6 por ciento el mes anterior. El incremento de los precios de los alimentos y bebidas también se desaceleró, del 8,8 por ciento en septiembre al 7,5 por ciento en octubre.
Aunque el crecimiento económico sigue siendo lento, con señales positivas de la lucha contra la inflación y factores de crecimiento adicionales, se espera que los países europeos entren en un período de recuperación más sólido.