Presión sobre el sistema mundial de salud

Los sistemas de salud de todo el mundo están en crisis al encarar un creciente número de pacientes con enfermedades respiratorias de invierno y una grave escasez de personal. Esto plantea un enorme reto para los esfuerzos por devolver la vida a la normalidad tras la pandemia de Covid-19, además de amenaza con borrar los logros alcanzados en la lucha contra dicho mal.
Enfermeras atienden a pacientes en el Hospital Universitario de Milton Keynes, en el Reino Unido, el 20 de enero de 2021. (Fotografía: REUTERS)
Enfermeras atienden a pacientes en el Hospital Universitario de Milton Keynes, en el Reino Unido, el 20 de enero de 2021. (Fotografía: REUTERS)

Sobrecarga, estrés o altísima demanda de tratamiento son vocablos utilizados con frecuencia por los medios para describir el sistema médico británico durante los últimos meses. El público nacional está particularmente preocupado por el retraso en los hospitales, la interrupción de los servicios básicos y las huelgas en el sector.

En promedio, una de cada cinco personas llevadas al hospital tiene que esperar más de una hora para ser atendida. El Real Colegio de Medicina de Emergencia del Reino Unido estima que de 300 a 500 pacientes mueren cada semana en los servicios de emergencias, en parte por la demora en el tratamiento.

El portavoz de Rishi Sunak, primer ministro del país europeo, confesó que el Servicio Nacional de Salud se enfrenta a un desafío sin precedentes. Esta sobrecarga también la admitió Sunak en su Mensaje de Año Nuevo, y prometió accionar con mayor energía y recursos para solucionarla.

Otros países se esfuerzan igualmente por manejar las presiones sobre su sector sanitario. Por estos primeros días del año, los hospitales y clínicas en la República Checa han registrado un abrumador número de pacientes con gripe, lo que condujo a la restricción de visitantes o el cese temporal de algunas actividades. Mientras tanto, el departamento de pediatría del Hospital Saint Joseph en Berlín, Alemania, trata a un creciente número de pacientes con una plantilla más reducida hasta la fecha.

En Canadá, los resultados de encuestas reflejan la frustración de los ciudadanos debido a la grave escasez de personal médico, el hacinamiento de los hospitales pediátricos y las cirugías pendientes. Alex Munter, director ejecutivo del Hospital Infantil del Este de Ontario, compartió que el establecimiento pasa por los meses de mayor actividad de sus 50 años de existencia.

El brote simultáneo del “trío” de enfermedades respiratorias, incluidos el Covid-19, la influenza estacional y el virus sincitial respiratorio humano, provocó que los ingresos hospitalarios se dispararan. En Europa, la temporada de influenza 2022-2023 comenzó en la segunda semana de noviembre del año pasado, es decir, más temprano que las cuatro anteriores.

Expertos regionales en salud lo atribuyen a la llegada anticipada al debilitamiento del sistema inmunológico de numerosas personas, amén del aumento de los viajes en el verano último, que agrava la transmisión de enfermedades. Cabe notar que los niños antes infectados con Covid-19 son más vulnerables a esas dolencias y de padecerlas serán propensos a un estado crítico.

La severa falta de recursos humanos es considerada una causa más de los actuales problemas de la sanidad. La Asociación Médica Estadounidense informó que en septiembre de 2022 más de 500 mil trabajadores de atención médica y servicios sociales en esa nación abandonaron su trabajo por agotarse en la lucha antiCovid-19. Según estima la entidad, uno de cada cinco médicos tiene la intención de dejar el sector en los próximos dos años.

La escasez de recursos humanos es de tal envergadura que entraña una crisis. Así lo evaluó un dirigente del hospital sin fines de lucro Mass General Brigham en la ciudad estadounidense de Boston. Numerosos países afrontan olas de huelgas de profesionales de la salud por mejoras salariales, en un contexto en que las condiciones de vida empeoran por los altos costos diarios.

Especialistas opinan que abordar la crisis en la atención médica no solo requiere más financiamiento, sino un nuevo método de trabajo. El hacinamiento hospitalario podría reducirse bastante si se prestaran servicios sanitarios fuera de los nosocomios.

Los Gobiernos ahora sopesan opciones de financiamiento adicional a las agencias de salud, así como aceleran el alta de pacientes recuperados lo suficientemente para poner las camas de vuelta a la disposición y mitigar la carga de los servicios de ambulancia. En paralelo, los ciudadanos mismos deben tener cautela, especialmente durante los días feriados.