En los últimos meses de verano, la imagen de pasajeros en largas filas, esperando durante horas para subir a bordo, se ve a menudo en aeropuertos grandes y pequeños de todo el mundo. Su causa raíz proviene de una crisis de recursos humanos sin precedentes en la industria de la aviación. Pero este no es el único sector que enfrenta escasez de trabajadores.
Reformar las leyes de inmigración, apoyar la participación de la mujer en el mercado laboral y aumentar salarios y prestaciones son medidas que han tomados los países para saciar su sed de empleados, que dificulta el proceso de recuperación y desarrollo socioeconómico en la fase posterior a la pandemia. Alemania, Corea del Sur y Australia, entre otros Estados se esfuerzan por reformar las políticas de inmigración para ayudar a los trabajadores extranjeros a acceder al mercado laboral nacional de forma más fácil y rápida.
Alemania se plantea flexibilizar la normativa para que los titulados universitarios extranjeros puedan trabajar de forma legal en este país europeo con tarjeta de residencia. Australia también está considerando un plan para elevar el techo de inmigración a casi 200 mil personas al año. Mientras tanto, Corea del Sur aumenta las cuotas de trabajadores foráneos en cinco sectores industriales.
En Estados Unidos, donde había alrededor de 11,3 millones de puestos de trabajo vacantes por cubrir a finales de mayo pasado, los empleadores aumentaron los salarios para atraer y retener a los obreros. Según el Departamento de Trabajo, en julio el ingreso promedio por hora de los trabajadores aumentó 5,2 por ciento con respecto al mismo período del año pasado.
En Australia, los expertos pidieron al Gobierno prestar más atención al aumento de la participación de las mujeres en la fuerza laboral.
Una de las causas que conducen a la crisis de recursos humanos se debe a que una gran cantidad de empleados tomaron licencias de larga duración o renunciaron a sus trabajos debido al Covid-19. El Ministerio Federal de Salud de Alemania advirtió que el síndrome de Covid-19 prolongado se está convirtiendo en un problema grave para la sociedad y el mercado laboral.
Otra razón es la falta de preparación de las empresas. Durante la pandemia, las compañías se vieron obligadas a despedir a una gran cantidad de empleados para sostener sus operaciones, pero no adoptaron medidas para volver a contratarlos cuando la enfermedad estuviera bajo control.
Además, el envejecimiento de la población y la baja tasa de natalidad son otros factores que conducen a la escasez de mano de obra.
El problema de la carencia de recursos humanos en el período post-Covid-19 es un desafío que no puede tomarse a la ligera en tanto afecta directamente la recuperación y el desarrollo socioeconómico. Además de atraer a más trabajadores, lo que hay que hacer es proteger la salud de estas personas, así como trazar una estrategia de respuesta flexible y de largo plazo a todas las fluctuaciones del mercado, especialmente los riesgos actuales de epidemia, conflictos e inflación.