La más reciente reunión de la OPEP+ se llevó a cabo el 2 de junio, en vísperas del primer viaje del presidente estadounidense Joe Biden a Oriente Medio. En esa ocasión se tomó la decisión de aumentar la producción en 648 mil barriles diarios (bpd) en julio y agosto, frente al plan de 432 mil bpd establecido en febrero de 2022.
Los precios mundiales del petróleo subieron a sus niveles más altos desde 2008 después de que Estados Unidos y Europa impusieran sanciones a Rusia por el conflicto en Ucrania. Aunque han bajado, todavía el 30 de junio estaban por encima de los 115 dólares el barril debido a la escasez de suministro y las preocupaciones sobre la inestabilidad geopolítica mundial.
Arabia Saudita y Rusia son dos mayores exportadores de petróleo del mundo en la OPEP+, respectivamente. Sin embargo, desde que estalló el conflicto armado ruso-ucraniano, la producción de Rusia ha caído de unos 11 millones de bpd en marzo de 2022 a un promedio de 10 millones de bpd. Además, las protestas y bloqueos en muchos puertos petroleros en Libia han restringido la producción y las exportaciones de crudo.
El analista de energía de Commerzbank Research, Carsten Fritsch, dijo que es poco probable que el aumento de la producción de la OPEP+ en julio y agosto compense los recortes de producción en mayo de 2020.
A mediados de junio pasado, los precios de la gasolina subieron a niveles récord en muchos países y regiones del mundo. Según datos del Grupo Nacional de Petróleo y Gas de Corea del Sur, el precio por litro de gasolina en este país fluctuó en 2.063,45 wones (1,61 dólares) a mediados de junio, superando el récord del 18 de abril de 2012 (2.062,55 wones).
En un esfuerzo por estabilizar los precios de la gasolina, el Gobierno surcoreano decidió recortar de nuevo el impuesto al combustible del 20 por ciento al 30 por ciento desde el 1 de junio. El economista Lee In-ho, de la Universidad Nacional de Seúl, analizó que la demanda de petróleo continuará aumentando en los próximos meses mientras el suministro siga siendo precario.
En las Américas, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de México subsidia los precios de la gasolina para evitar un "shock" de aumentos repentinos de precios y, al mismo tiempo, suspende el impuesto especial sobre el combustible importado. En concreto, el país destinó en mayo pasado más de 12 mil 100 millones de pesos (casi 600 millones de dólares) para frenar la escalada de precios de los combustibles. De esta manera, la recaudación del arancel sobre la importación de combustibles del Gobierno mexicano disminuye 92,2 por ciento respecto al mismo periodo de 2021, de cinco mil 570 millones de dólares a 464 millones.
La Superintendencia de Administración Tributaria de México estima que las medidas aplicadas para contener la inflación a través de subsidios a la gasolina tendrán un costo de 20 mil millones de dólares del presupuesto de 2022.
En Asia, el Gobierno japonés decidió subsidiar a las distribuidoras e importadoras de petróleo desde principios de 2022 para impedir el aumento del precio de este bien estratégico. La decisión se produce después de que el precio minorista promedio de la gasolina en este país alcanzara un récord de 170 yenes (casi 1,50 dólares por litro) en los últimos 13 años.
En un contexto de suministro incierto y situaciones complicadas en muchas regiones del mundo, los Gobiernos de algunos países han tenido que aplicar muchos mecanismos especiales para reducir el precio de la gasolina.
Según los expertos, garantizar la seguridad energética global necesita la cooperación de los países de todo el mundo, no solo depender de los esfuerzos de la OPEP+.