Tayyip Erdogan, actual presidente, se clasificó para la segunda vuelta del 28 de mayo con el 49,35 por ciento de los votos. Erdogan y Kemal Kilicdaroglu, que representan a la Alianza Nacional y al Partido Republicano del Pueblo, respectivamente, protagonizarán una "carrera de dos caballos" en estas elecciones.
Erdogan irá a la ronda definitoria con ventaja, pues en los comicios parlamentarios, celebrados en la propia fecha, su Alianza Popular, formada por el Partido de la Justicia y el Desarrollo, ganó 321 de los 600 escaños del Legislativo, por 213 la coalición opositora.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el titular del Consejo Europeo, Charles Michel, felicitaron a Turquía por la masiva asistencia a las urnas y la victoria de la democracia.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, declaró que Rusia sigue con atención los resultados de los comicios en Turquía y respeta la voluntad del pueblo turco. Enfatizó que, sean cuales fueren los resultados, Moscú mantendrá y mejorará la cooperación entre los dos países.
Bajo la conducción del presidente Erdogan durante 20 años, Turquía ha sido testigo de muchos eventos y cambios positivos. El país juega un papel importante en una amplia gama de temas, desde las conversaciones de Astana sobre Siria, las negociaciones entre Rusia y Ucrania, hasta el transporte de alimentos desde Ucrania al Medio Oriente y África.
Debido a la complicada situación en la región y el resto del mundo, Turquía enfrenta muchos desafíos. El tema que más preocupa a los votantes turcos en este momento es la inflación. El precio de los bienes de consumo y de la vivienda se disparó hasta configurar una inflación del 85 por ciento en octubre de 2022. La tasa ha sido controlada, pero se mantiene por encima del 40 por ciento. La crisis del costo de vida se ha convertido en el mayor obstáculo para la reelección de Erdogan.
El presidente anunció que a partir de julio subirá los salarios de los funcionarios, cuya remuneración mínima mensual será de 22 mil liras, unos mil 123 dólares, incluidos los beneficios. Kilicdaroglu, entretanto, se comprometió a mejorar el nivel de vida y las condiciones sociales de los hogares afectados por la escalada de la inflación.
Erdogan prometió además impulsar la promulgación de una nueva Constitución civil e integral después de las elecciones presidenciales y parlamentarias. El mandatario valoró la importancia de la adopción de la nueva Constitución no solo para el poder judicial, sino también para otras ramas del sistema político.
En Turquía, las elecciones presidenciales son un acontecimiento político crucial. Además de la nación en su conjunto, la región se verá afectada por el resultado. El ganador de lo que se considera una elección dramática será responsable de sacar a Turquía de su crisis económica, reconstruir la nación tras el terremoto y mantener una política exterior equilibrada que refuerce la posición del país en el mundo y en la región.