Según la canciller mexicana, Alicia Bárcena, además de tramitar visas, el centro de migrantes proporcionará información sobre empleos en Estados Unidos y establecerá rutas seguras para quienes reúnan los requisitos para obtener visas.
Las autoridades mexicanas destacaron que han estado trabajando para crear un "espacio internacional" que atienda a los migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, tras la expiración en mayo de las restricciones impuestas durante la pandemia de Covid-19 en la frontera entre México y Estados Unidos.
Los dos países están discutiendo la nueva política de Washington para este tipo de personas, que se considera parte de los esfuerzos del Presidente Joe Biden por ofrecer más oportunidades de migración a los ciudadanos de Centroamérica y el Caribe.
En abril, Colombia, Estados Unidos y Panamá anunciaron un acuerdo conjunto en materia de migración, en el que subrayaban su determinación de reducir la pobreza y crear empleo para colombianos y panameños.
El número de emigrantes ilegales a Estados Unidos descendió el pasado mes de mayo tras la entrada en vigor de la nueva normativa sobre refugiados de la administración Biden. Sin embargo, todavía hay decenas de miles de personas en México que intentan emigrar a Estados Unidos.
En un esfuerzo por reducir las caravanas de inmigrantes ilegales que recorren rutas peligrosas hacia Estados Unidos, el gobierno estadounidense ha establecido recientemente cuatro oficinas en Guatemala especializadas en recibir y tramitar solicitudes de inmigración por los canales oficiales. Las personas deben cumplir algunos requisitos clave, como ser mayor de 18 años, tener una dirección de correo electrónico, un número de teléfono, información sobre sus antecedentes y un plan de migración detallado.
Como uno de los países más influyentes de Centroamérica, México se ha esforzado en los últimos años por ayudar a los países de la región a desarrollar sus economías para reducir el número de migrantes que pasan por México de camino a Estados Unidos. También ha desarrollado un mecanismo de visados de corta duración para permitir que ciudadanos de otros países centroamericanos trabajen aquí en la construcción de infraestructuras.
No es difícil entender la determinación de las autoridades estadounidenses y mexicanas de controlar la migración ilegal de manera más eficaz, ya que este problema ha amenazado la seguridad y la estabilidad, además de ejercer presión sobre el sistema de seguridad social de estos países. En particular, Nueva York ha prestado servicios a más de 90.000 migrantes desde la primavera de 2022.
Recientemente, la ciudad estadounidense decidió limitar a 60 días la estancia temporal de los solicitantes de asilo. También instó a los migrantes a considerar la posibilidad de establecerse en otro lugar mediante la distribución de volantes en la zona fronteriza con México.
Mientras tanto, México ha descubierto en repetidas ocasiones casos de cientos de inmigrantes ilegales hacinados en camiones. Los delitos relacionados con el tráfico de personas han aumentado en ese país, creando una grave inseguridad.
La jungla del Tapón del Darién, uno de los principales corredores para los inmigrantes ilegales de América del Sur a los Estados Unidos, es testigo de un aumento significativo del número de migrantes en comparación con el mismo período en 2022.
Aún se necesita mucho tiempo y esfuerzo para abordar la raíz del problema, pero es importante que los países de la región se coordinen estrechamente para crear rutas migratorias legales, ordenadas y flexibles. La migración es un problema regional que sólo puede resolverse mediante el esfuerzo conjunto de todos los países implicados.