En el tercer trimestre de este año la economía del Reino Unido se contrajo más de lo calculado y quedó rezagada con respecto a otras de su envergadura en un contexto en que las familias británicas luchan contra la alta inflación.
Según la Oficina Nacional de Estadísticas del Reino Unido (ONS), el Producto Interno Bruto (Pin) solo creció 0,3 por ciento de julio a septiembre, sobre una estimación del 0,2 por ciento. En el tercer trimestre de 2022 disminuyó alrededor de 0,8 por ciento en comparación con el cuarto trimestre de 2019, antes de que estallara la pandemia de Covid-19.
Antes, la ONS pronosticó que el crecimiento del PIB en el tercer trimestre sería del 0,4 por ciento, por debajo de los niveles previos a la pandemia. Los sectores de servicios, manufactura y construcción registraron una tasa de crecimiento lenta, con una desaceleración de los servicios debido a una caída de los que están orientados al consumidor, mientras la producción se redujo 1,5 por ciento, incluidos desplomes en los 13 subsectores del sector manufacturero.
Tales descalabras originan que el Reino Unido sea el único país del Grupo de los Siete (G7) que aún no logra una recuperación al nivel anterior a la pandemia.
La economista Gabriella Dickens, de la consultora Pantheon Macroeconomics, advirtió que la economía del Reino Unido seguirá rezagada con respecto a otros miembros del G7.
Pronosticó además que este país europeo sufrirá en 2023 una recesión más profunda que otras economías avanzadas debido a la severidad de las restricciones de las políticas monetarias y fiscales.
Antes, también la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos advirtió que en los próximos dos años el Reino Unido sería la economía de crecimiento más lento en el Grupo de los Veinte (G20), excepto Rusia.
Según la ONS, la tasa de ahorro de los hogares británicos aumentó un 1,8 por ciento en el tercer trimestre de 2022, un alza de 0,5 puntos respecto al trimestre anterior, lo que demuestra que los británicos se están volviendo más cautelosos ante los crecientes riesgos económicos.
En noviembre, la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria, el organismo de control financiero del Reino Unido, pronosticó que la tasa de ahorro caería a cero en el tercer trimestre de 2022, a medida que los hogares retiraran sus montos de depósitos bancarios para compensar el impacto del aumento de los precios.
Los datos de la ONS también muestran que la renta disponible real de las familias se redujo 0,5 por ciento en el tercer trimestre. Esta es la cuarta caída consecutiva, ya que los salarios son incapaces de seguir el ritmo de la inflación.
Mientras, el gasto de las familias bajó 1,1 por ciento en el propio trimestre, la primera caída desde principios de 2021, cuando el Reino Unido estableció reglas más estrictas contra la pandemia de Covid-19.
El Banco de Inglaterra evaluó que la contracción económica del tercer trimestre de 2022 marcó el inicio de una profunda recesión que podría prolongarse hasta finales de 2024.
El economista Thomas Pugh, de la firma de auditoria, consultoría e impuestos RSM UK, predijo que en 2025 la economía británica no crecerá más rápido que los niveles previos a la pandemia. Es casi seguro que el Reino Unido caiga en una recesión prolongada que podría ser peor que la crisis de principios de la década de 1990, auguró.