Para hacer frente a la escasez de energía, considerada el mayor reto para la mayor economía europea, el gobierno germano ha diversificado fuentes de suministro energético en 2022 a fin de evitar la dependencia del gas ruso.
El ministro de Economía de Alemania, Robert Habeck, realizó la semana pasada un viaje de cinco días a Namibia y Sudáfrica. Durante su primera parada en la capital de Namibia, Windhoek, Habeck, acompañado por una delegación de 24 líderes empresariales alemanes, firmó un acuerdo de cooperación con las compañías locales sobre la producción de hidrógeno verde.
A pesar de las numerosas adversidades, la economía alemana ha mostrado signos de recuperación. El Producto Interno Bruto de la mayor economía del Viejo Continente creció 0,4 por ciento en el segundo trimestre en comparación con el anterior, una tasa superior al 0,3 por ciento estimado en octubre.
Según el documento, la empresa germana RWE recibirá cada año hasta 300 mil toneladas de amoníaco verde, un derivado del hidrógeno particularmente adecuado para el transporte por barco.
La visita de Habeck a África fue parte de una misión más amplia del gobierno alemán para establecer nuevas alianzas energéticas en el extranjero. El funcionario también viajó recientemente a Canadá, Qatar y Noruega en un intento por asegurar los recursos de gas natural licuado (GNL).
En la visita, la corporación catarí Qatar Energy y la empresa ConocoPhillips acordaron proveer anualmente dos millones de toneladas de GNL a Alemania a partir de 2026. ConocoPhillips actuará como intermediario para entregar gas desde los proyectos North Field del sur y este de Catar a la terminal de recepción German LNG, actualmente en desarrollo en Brunsbuttel, en el norte del territorio alemán.
Para recibir nuevas fuentes de combustibles, Berlín ha acelerado la construcción y mejora de la infraestructura energética. El grupo energético Uniper anunció el pasado 9 de diciembre que operará oficialmente la primera terminal flotante de GNL de Alemania en el puerto de Wilhelmshaven, que se conectará a la red de gasoductos doméstica.
La instalación, denominada Hoegh Esperanza, es una embarcación especial capaz de regasificación y bombearlo a tierra, y transportar grandes cantidades de GNL a bordo. Según un portavoz del Gobierno germano, la obra podrá transportar una carga de gas natural licuado suficiente para abastecer a 50 mil hogares durante un año.
Con anterioridad, la terminal flotante de Wilhelmshaven integró exitosamente su sistema de gasoductos a la red germana en el continente después de 200 días de construcción desde principios de mayo de 2022.
Además de solucionar la cuestión energética, el Gobierno alemán sigue activo a la hora de colaborar con otros miembros de la Unión Europea para frenar la inflación, fijando su tasa en dos por ciento en los próximos dos años.
La inflación interanual en esa nación europea se disparó en septiembre hasta el 10 por ciento, según la Oficina Federal de Estadística (Destatis), el nivel más alto en los últimos 70 años.
El Ministerio de Finanzas de Alemania lanzó recientemente un paquete de apoyo de hasta 13 mil millones de euros para consumidores y empresas afectadas por el encarecimiento de la energía.
El gobierno también está trabajando para abordar otro desafío a corto y mediano plazo de la economía: la escasez de mano de obra. En concreto, aprobó los contenidos principales en el borrador de la enmendada Ley de Inmigración que será promulgada para 2023 a favor de los trabajadores migrantes.
La Agencia Federal de Empleo de Alemania pronosticó que hacia 2035 el país perderá siete millones trabajadores, una cifra que debe compensarse gradualmente con fuentes nacionales y extranjeras a partir del próximo año.
A pesar de las numerosas dificultades, la economía alemana ha mostrado signos de recuperación. Destatis anunció que el Producto Interno Bruto de la mayor economía del Viejo Continente creció 0,4 por ciento en el segundo trimestre en comparación con el anterior, una tasa superior al 0,3 por ciento estimado en octubre.
De acuerdo con los analistas, el aumento del índice del entorno empresarial en los últimos tiempos indica que las dificultades económicas pueden no ser tan graves como se pronosticaba.