Nuevos riesgos para la industria turística europea

Las prolongadas olas de calor que asolan Europa están trastornando vidas y planteando graves riesgos para la salud. Los expertos advierten que si este fenómeno meteorológico extremo continúa, la industria turística europea se enfrentará a nuevos desafíos a medida que los turistas empiecen a cambiar sus hábitos de viaje.
Foto de ilustración. (Fuente: Reuters)
Foto de ilustración. (Fuente: Reuters)

Según datos de la European Travel Commission (ETC), una asociación de organizaciones turísticas con sede en Bruselas, el número de turistas europeos que tiene previsto viajar a destinos mediterráneos entre junio y noviembre de 2023 ha descendido un 10 por ciento en comparación con el mismo periodo del año pasado debido al calor extremo que afecta a amplias zonas del Viejo Continente.

Los expertos afirman que las condiciones meteorológicas extremas están cambiando la experiencia de viajar por Europa. En algunos lugares los viajeros sufrieron golpes de calor y desmayos debido a las altas temperaturas. En Atenas, la capital de Grecia, donde se registró una temperatura de 41 grados centígrados, las autoridades locales decidieron mantener cerrada la Acrópolis entre las 12:00 y las 17:00 hora local para proteger la salud de los visitantes.

El gobierno de la ciudad italiana de Roma ha decidido instalar centros de refrigeración, con tiendas de nebulización y agua gratuita, cerca de las atracciones turísticas.

El sector del ocio en España también se ha visto muy afectado por el calor extremo. Debido a la sequía, las atracciones turísticas se ven obligadas a tomar medidas para ahorrar agua. Las duchas han desaparecido de las playas de Lloret de Mar este verano.

Según David Saurí, catedrático de Geografía de la Universidad Autónoma de Barcelona, los huéspedes de un hotel de cuatro o cinco estrellas consumen el doble de agua que los residentes locales. En España, el turismo es uno de los principales motores del crecimiento económico, ya que aporta hasta el 12% del producto interior bruto y genera dos millones 500 puestos de trabajo. La actual escasez de agua afectará sin duda a la industria turística del país.

El gobierno de la ciudad italiana de Roma decidió instalar centros de enfriamientos, incluidas carpas de nebulización y agua gratuita cerca de las atracciones turísticas.

La industria del ocio en España también se ha visto muy afectada por el calor extremo. Debido a la sequía prolongada, las atracciones turísticas se ven obligadas a tomar medidas para ahorrar agua. En las playas de Lloret de Mar este verano han desaparecido las duchas.

Según David Saurí, profesor de Geografía en la Universidad Autónoma de Barcelona, los huéspedes de un hotel de cuatro o cinco estrellas consumen el doble de agua que los residentes. En España, el turismo uno de los principales motores del crecimiento económico al aportar hasta el 12 por ciento del Producto Interior Bruto y generar dos millones 500 puestos de trabajo. La actual escasez de agua sin duda afectará a la industria sin humo en el país.

Según una encuesta del CET, el 7,6 por ciento de los consultados dijo que la posibilidad de un clima extremo durante su viaje por Europa era su mayor preocupación. Las compañías de viajes dicen que el calor todavía no ha causado muchas cancelaciones, pero de persistir el fenómeno, el sector turístico ciertamente se verá afectado.

De acuerdo con ForwardKeys, una compañía de datos de viajes, habido un cambio en la preferencia hacia destinos más fríos y más al norte entre los viajeros del Reino Unido, en lugar de viajar al sur de Europa, donde se registran temperaturas récord.

La Organización Mundial de la Salud advirtió que las actuales olas de calor en Asia, Europa y Estados Unidos agravarán las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y el asma. Según el organismo, las temperaturas extremas están sometiendo a una gran presión a los sistemas sanitarios de todo el mundo, ya abrumados por la pandemia de Covid-19.

Robert Vautard, Director del Instituto Climatológico Pierre-Simon Laplace de Francia, señaló que las prolongadas olas de calor en Europa y otras partes del mundo no son fenómenos aislados, sino varios al mismo tiempo, exacerbados por el cambio climático, y demuestran la urgente necesidad de reducir rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero.

Se esperaba que el sector turístico en Europa y en todo el mundo experimentara una impresionante recuperación este verano como consecuencia del auge de la demanda turística tras las restricciones de viaje impuestas por Covid-19. Sin embargo, las condiciones meteorológicas extremas están obstaculizando la recuperación y el crecimiento de la industria sin humo. La llegada de sucesivas olas de calor a Europa, un continente de clima templado, es una señal de alarma sobre las graves consecuencias del cambio climático y un llamado perentorio para que la humanidad actúe antes de que sea demasiado tarde.