China, Estados Unidos, la Eurozona, la India y el Reino Unido crecen más rápido de lo previsto a finales de 2022, según la actualización más reciente de los Índices de Seguimiento de la Recuperación Económica Global (Tiger) de la Brookings Institution y el Financial Times. El cierre de ese año lleno de desafíos ha encendido la confianza de los consumidores y las empresas.
Esto va en contra de las predicciones de una grave crisis económica mundial hechas en enero por varios bancos centrales y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los indicadores Tiger también ponen de manifiesto que a pesar de la creciente inflación y de las crecientes amenazas geopolíticas y financieras, las principales economías emergentes se están beneficiando de su dinamismo y de los avances de sus políticas y muestran pocos indicios de desaceleración, como temen los analistas.
El mismo índice de referencia muestra que las condiciones económicas actuales, tanto en las economías avanzadas como en las emergentes, se aproximan a las medias históricas, con un repunte de los índices de confianza y de los mercados financieros.
China tiene buenas posibilidades de alcanzar su objetivo de crecimiento del 5% este año, mientras que Estados Unidos seguirá progresando a pesar de los desafíos que plantea la inflación.
Desde 2022, la Eurozona y el Reino Unido han superado con éxito su período más difícil, gracias a un descenso de más del 80% de los precios mayoristas del gas desde su punto álgido reportado en verano pasado. La India, por su parte, viene recogiendo en los últimos años los frutos de las reformas económicas y está preparada para una aceleración económica en 2019.
El análisis del Financial Times se hizo público en las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial, en curso en Washington. Respecto a sus predicciones para finales de octubre de 2022, se prevé que el FMI confirme una expansión más robusta de la economía mundial.
Sin embargo, a pesar de los alentadores indicadores, el mundo encara obstáculos pendientes y a unas sombrías perspectivas a medio plazo. Incluso en superpotencias económicas como Estados Unidos, la amenaza de la inflación sigue acechando.
Los analistas afirman que el sorpresivo anuncio de recortes de producción por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus socios (OPEP+) ha complicado los esfuerzos de la Reserva Federal por "enfriar la economía" y podría exacerbar la inflación en la nación norteamericana. Kevin Book, consejero delegado de ClearView Energy Partners, advirtió que la acción de dicha agrupación hará subir el precio de la gasolina más de 50 centavos respecto a la media actual de 3,5 céntimos por galón.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos pronosticó esta semana en un informe que, debido a la prolongada inflación y a la ralentización económica mundial, el crecimiento económico del Sudeste Asiático se desacelerará del 5,6% del año pasado al 4,6% de este año.
Mientras, la inestabilidad del sistema financiero y la deuda pública obstaculizan la recuperación y la expansión económicas. Según la Directora Ejecutiva del FMI, Kristalina Georgieva, alrededor del 15 por ciento de los países de bajos ingresos están muy endeudados y el 45 por ciento son extremadamente vulnerables como consecuencia de sus préstamos.
Una cuarta parte de las economías emergentes son muy vulnerables y podrían no alcanzar sus expectativas de crecimiento. En consecuencia, las Reuniones de Primavera del Banco Mundial y el FMI de este año se enfocarán en cómo ayudar a los países más pobres a salir del estancamiento provocado por sus deudas.
La preocupación por la fragilidad del sistema financiero persiste en las economías desarrolladas. Eswar Prasad, especialista de la Brookings Institution de Estados Unidos, afirma que las recientes turbulencias en el sector bancario en Europa y Estados Unidos revela las debilidades de los sistemas financieros de las principales economías y suscita preocupaciones sobre el crecimiento a medio plazo. También reveló que el entorno de riesgo creciente deja confusos a los responsables políticos, en particular a los bancos centrales.
Estabilizar los precios del petróleo es vital para evitar la tormenta de la inflación, ayudar a las naciones empobrecidas a pagar sus deudas y sanar el sistema financiero en medio del dilema entre el crecimiento y la amenaza de una recesión.
Las instituciones financieras y los gobiernos, incluso los de los principales países, deben trabajar juntos para evitar adoptar decisiones contradictorias. Todas las economías globales saldrían perdiendo y experimentarían una "década perdida" como en el pasado si la economía mundial caiga en recesión este año.
