El objetivo de la 53 Conferencia WEF, según el fundador y presidente ejecutivo del WEF, profesor Klaus Schwab, es discutir medidas destinadas a abordar la creciente fragmentación y erosión de la confianza a nivel nacional y mundial, a través de una mayor cooperación entre Gobiernos y empresas, a fin de lograr una recuperación sólida y sostenible.
En ese sentido, la agenda de la Conferencia se enfoca en medidas y alianzas público-privadas para resolver los desafíos más apremiantes del mundo y alentar a los dirigentes mundiales a trabajar juntos en temas relativos a energía, clima, inversiones, comercio, infraestructura, tecnología avanzada, empleo, asuntos sociales, salud y cooperación geopolítica en un mundo multipolar.
La conferencia se lleva a cabo en un momento crítico, cuando el mundo enfrenta una serie de crisis por la pandemia del Covid-19, el conflicto en Ucrania, la inseguridad alimentaria, la inestabilidad en el suministro energético y el cambio climático.
Se espera que las sesiones de la Conferencia giren en torno a las tendencias de la globalización, el impacto de las tensiones comerciales y las interrupciones de las cadenas de suministros, la crisis del costo de vida, el cambio climático global, el impacto del conflicto en Ucrania en el suministro de energía global y la política de defensa.
Se considera que la economía mundial entrando en una era más difícil, impulsada por la subida de tasas de interés y mayores tensiones geopolíticas. Frente a los impredecibles factores de riesgo, en su último pronóstico sobre el crecimiento económico mundial el Banco Mundial (BM) apuntó que el aumento del PIB mundial en 2023 será solo del 1,7 por ciento, mucho más bajo que 3 por ciento augurado en junio de 2022.
Según el BM, numerosas economías alcanzarán este año un crecimiento al borde de la recesión debido al impacto de las subidas de tipos de interés, las medidas tomadas por muchos países para frenar la inflación y el conflicto en curso entre Rusia y Ucrania.
En particular, la desaceleración del crecimiento se produce principalmente en las economías avanzadas. Estados Unidos podría crecer solo 0,5 por ciento en 2023, mientras los países de la eurozona pudieran enfrentar una nueva recesión económica. Los mercados emergentes y las economías en desarrollo también hacen frente a la carga de la deuda pública, el debilitamiento de la moneda nacional y el descenso de la inversión empresarial. En ese contexto será más difícil aumentar el apoyo a las naciones pobres y de bajos ingresos.
Como uno de los foros globales más prestigiosos y efectivos, la WEF espera encontrar una voz común y fortalecer la cooperación internacional para resolver los problemas económicos y el desarrollo global y ayudar al mundo a superar la crisis y volver a una sólida trayectoria de desarrollo.