Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), octubre fue el tercer mes consecutivo en que los precios mundiales de los alimentos alcanzaron un máximo de los últimos 10 años, debido sobre todo a los aumentos en cereales y aceites vegetales.
El secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios y coordinador del Socorro de Emergencia de las Naciones Unidas (ONU), Martin Griffiths, afirmó que el hambre es una amenaza a la propia existencia. Por otro lado, la crisis originada por el Covid-19 expone las debilidades en el sistema alimentario mundial, ya que la pandemia amenaza la vida y los medios de subsistencia de las personas.
El número de desnutridos en el mundo aumentó 18 por ciento en 2020 con respecto al año anterior, al llegar a unos 768 millones, incluidos 418 millones en Asia. Además, en África padece de desnutrición el 21 por ciento de la población.
Por otro lado, los recientes conflictos en la región de Tigray (Etiopia) han desatado el hambre entre unas 400 mil personas. Mientras, los que no tuvieron acceso a los alimentos el año pasado llegaron a 320 millones y elevaron el total a dos mil 370 millones.
No solo los países pobres, los ricos también tienen un dolor de cabeza debido a la seguridad alimentaria. Según la revista Financial Times, el número de ciudadanos de Europa y América del Norte que caen en la pobreza ha aumentado por primera vez desde la recopilación de datos de la ONU en 2014.
En 2020, casi el nueve por ciento de las personas en Europa y América del Norte experimentaban inseguridad alimentaria, un 7,7 por ciento más que en el año precedente. Los que caen en la pobreza en los países ricos son por lo regular los trabajadores con contratos temporales.
Para evitar el empeoramiento de la seguridad alimentaria, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, estableció un grupo de trabajo encargado de movilizar el apoyo de la comunidad internacional. La organización advirtió que de no solucionarse este problema, el mundo incumplirá el objetivo de desarrollo sostenible de estar libre de personas desnutridas para 2030.
La ONU instó a los países a actuar con urgencia a fin de garantizar la seguridad alimentaria mediante la creación de medios de vida para los ciudadanos, el desarrollo de la agricultura urbana y el establecimiento de bancos alimentarios.