La Unión Europea (UE) anunció el lunes una respuesta de emergencia de 10 millones de euros ante el aumento sin precedentes de las necesidades humanitarias en Haití. Con este anuncio, el importe total de la financiación humanitaria de la UE para Haití este año asciende a 18,5 millones de euros. Mientras tanto, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha proporcionado alimentos a más de 1,4 millones de sudaneses desde el estallido del conflicto en ese país africano en abril. Al mismo tiempo, ha asistido a unos 1,5 millones de haitianos en el primer semestre de este año. Además de Sudán y Haití, millones de personas en Somalia, Afganistán, Nigeria y Congo han recibido valiosa ayuda de la comunidad internacional durante muchos años.
Los logros de los países y las organizaciones internacionales en la prestación de ayuda humanitaria en muchas regiones del mundo son innegables. Sin embargo, esta labor se enfrenta a numerosos retos, especialmente a medida que los conflictos siguen estallando. En su discurso ante la Comisión de Consolidación de la Paz de las Naciones Unidas y el Fondo para la Consolidación de la Paz, el Presidente del 77º periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Csaba Korosi, subrayó que los 27 focos de conflicto armado que existen en el mundo se cobran cada día la vida de muchos inocentes. En los últimos 20 años, el número de países expuestos a guerras y conflictos se ha triplicado.
Tales hechos agudizan la crisis humanitaria. La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios estimó que, en cien días, el conflicto en Sudán desplazó a más de tres millones de personas, causó mil 100 muertos y dañó cientos de hospitales, escuelas, carreteras y obras de infraestructura. El 40 por ciento de la población, o sea, unos 19 millones de personas, sufren de inanición.
En Haití, el número de quienes precisan apoyo humanitario se ha duplicado en los últimos cinco años y llega a 5,2 millones de personas.
En cuanto a Siria, el Secretario General Adjunto de Asuntos Humanitarios y Coordinador del Socorro de Emergencia, Martin Griffiths, opinó que los 12 años de conflicto armado es una de las principales razones por las que el 90 por ciento de la población del país está por debajo del umbral de la pobreza.
Además de Sudán, Haití y Siria, muchos otros países sufren una violencia constante. Según Korosi, el número de personas muertas en conflictos en todo el mundo está en su nivel más alto de los últimos 28 años. Más de 100 millones de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares.
Según los analistas, las crecientes necesidades humanitarias plantean a la ONU y a las organizaciones internacionales el reto de mantener las operaciones con escasos recursos financieros. Si no se resuelve el problema presupuestario, será inevitable una reducción global de las actividades humanitarias. El PMA ha anunciado un recorte de la ayuda humanitaria a unos ocho millones de afganos por falta de fondos.
Aparte de ese problema, las actividades humanitarias se ven obstaculizadas por las continuas interrupciones de los corredores humanitarios. Según la ONU, los ataques a los trabajadores humanitarios han aumentado en los últimos años. El PMA reportó la muerte de cuatro de sus trabajadores este año en Sudán y Yemen.
Korosi subrayó que esta realidad es una dura advertencia para la comunidad internacional. A menos que el mundo se una para mitigar las crisis y prevenir los conflictos, el compromiso de un futuro seguro y sostenible en 2030 corre el riesgo de quedar fuera del alcance de muchas comunidades.